sábado, 13 de agosto de 2011

Capitulo 45

Holaaa! este capitulo fue traducido por Arispell! y no saben lo decicivo que es para la historia! es cortito pero tan intenso que casi me siento mal de dejarlos asi.. Casi, jeje. Pero ya saben cada vez que esto esta interesante a morir les he prometido que sin falta subo el siguiente capitulo al dia siguiente y esta no es la exepcion n__n

Capitulo 45
Concertación

Me senté en el corazón de Anker’s con mi laúd en mi regazo. La sala estaba tibia y callada, llena de personas que habían venido a escucharme tocar.
La Abatida era mi noche regular en Anker’s, y siempre estaba lleno. Incluso en el peor clima no habían suficientes sillas y aquellos que llegaban tarde eran forzados a permanecer cerca del bar y apoyados contra las murallas. Últimamente Anker había necesitado traer una chica extra en la noche de Abatida solo para apurar las bebidas por la sala.
Fuera de la posada, el invierno aun estaba agarrado a la Universidad, pero dentro el aire era tibio y dulce con el olor de la cerveza, el pan y el caldo. A través de los meses yo había lentamente entrenado a mi audiencia para estar apropiadamente atenta mientras tocaba, así que la sala estaba silenciosa cuando me abrí paso a través del segundo verso de “El violeta permanece.”
Yo estaba en perfecta forma esa noche. Mi audiencia me había comprado una docena de bebidas, y en un arranque de generosidad, un escriba borracho había deslizado un sólido penique en la caja de mi laúd donde yacía brillando entre los montones de cobre y hierro. Había hecho llorar a Simmon dos veces, y la chica nueva que servía en Anker´s estaba sonriendo y sonrojándose ante mi con tanta frecuencia que incluso yo no podía no ver las señales. Ella tenía bellos ojos.
Por primera vez que pudiese recordar, me sentía como si tuviese el control de mi vida. Había dinero en mi bolsa, mis estudios iban bien. Tenía acceso a los archivos y a pesar del hecho de que fui forzado a trabajar en Existencias, todos sabían que Kilvin estaba terriblemente satisfecho conmigo.
La única cosa que extrañaba era a Denna.
Me mire a las manos a medida que entre al coro final de “El violeta permanece”. Yo había tenido unas pocas bebidas más de las que solía tener, y no quería dejar caer la canción. Mientras miraba mis dedos, escuche la puerta de entrada abrirse y sentí un viento gélido entrar por la sala.
El fuego ondeo y bailo a mi lado a medida que escuche unas botas moverse a través del piso de madera. La sala estaba silenciosa a medida que cantaba:

Ella se sienta a su ventana.
Ella sorbe su te.
Ella espera su amor,
Que regrese desde el mar.
Sus vestidores la llaman.
Ella observa las mareas,
Y todo mientras el Violeta permanece.

Golpeé el acorde final pero en lugar del aplauso atronador que esperaba, había solamente un coro silencioso. Levante la mirada y vi cuatro hombres altos que permanecían en frente del centro. Los hombros de sus pesadas capas estaban húmedos con nieve derretida. Sus caras eran severas.
Tres de ellos usaban las capas terminantemente oscuras que los marcaban como guardias. Y si eso no hubiese sido suficiente pista sobre sus asuntos, cada uno de ellos llevaba un largo garrote enrollado en hierro. Ellos me observaron como halcones de mirada dura.
El cuarto hombre permaneció parado al lado de los otros. El no usaba capa de guardia y no era ni tan alto ni de hombros tan anchos como el resto. A pesar de eso, el se comportaba con innegable autoridad. Su cara era enjuta y severa a medida que sacaba un pedazo de pesado pergamino decorado con algunos sellos negros que parecían oficiales.
“Kvothe, hijo de Arliden” leyó fuerte en la sala, su vos clara y fuerte. “A la vista de estos testigos, te conmino a someterte por tu propia cuenta ante la ley del hierro. Tus cargos son de Concertación con Poderes Demoniacos, Uso Malicioso de Artes No naturales, Asalto no Provocado y Felonía.”
No es necesario decir, que fui atrapado completamente de improviso. “¿Qué?” dije estúpidamente. Como había dicho, había tenido más que unas pocas bebidas.
El hombre enjuto me ignoro y se giro hacia uno de los guardias. “Espósalo.”
Uno de los guardias saco un largo pedazo de cadena de hierro. Hasta entonces yo había estado muy sorprendido como para tener miedo, pero la vista de este hombre de cara severa sacando un par de esposas de oscuro hierro desde una bolsa me lleno de un miedo que transformo mis huesos en agua.
Simmon apareció próximo al centro, empujando para abrirse paso para pasar a los guardias y así estar frente al cuarto hombre.
“¿Qué sucede exactamente acá?” demando, su voz dura y furiosa. Fue la única vez que lo escuche sonar como el hijo de un duque. “Explíquese.”
El hombre que sostenía el pergamino miro a Simmon calmadamente, entonces alcanzo algo dentro de su capa y saco una negra varilla de hierro con una banda de oro alrededor de cada extremo. Sim palideció un poco a medida que el hombre sostuvo la vara para que todos en el salón la vieran. No solamente era cada parte de lo amenazante de las porras de los guardias, la varilla era un símbolo inequívoco de su autoridad. El hombre era un convocador de las cortes de la Mancomundad. No solo un convocador regular, sino que la banda dorada significaba que el podía ordenar a cualquiera que se sometiera frente la ley del hierro: sacerdotes, oficiales del gobierno, incluso miembros de la nobleza hasta el rango de barón.
En este punto Anker hizo su camino a través de la multitud también. El y Sim miraron el documento del invocador y encontraron que era legítimo y oficial. Estaba firmado y sellado por todas las personas importantes en Imre. No había nada que hacer. Yo iba a ser llevado ante la ley del hierro.
Todos en Anker’s miraron cuando fui encadenado de manos y pies. Algunos de ellos miraron asombrados, algunos confundidos, pero la mayoría de ellos simplemente asustados. Cuando los guardias me arrastraron a través de la multitud hacia la puerta, difícilmente un puñado de mi audiencia deseaba encontrar mi mirada.
Ellos me llevaron el largo camino de vuelta a Imre. Sobre el puente de piedra y abajo en la gran explanada del gran camino de piedra. Todo el camino el viento de invierno enfrió el hierro alrededor de mis manos y pies hasta que quemo, mordió y congelo mi piel.

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A la mañana siguiente llego Sim con Elxa Dal y los asuntos lentamente empezaron a clarificarse. Habían pasado meses desde que había llamado el nombre del viento en Imre después de que Ambrose rompió mi laúd. Los maestros me habían llevado bajo los cargos de felonía y me habían azotado públicamente en la universidad. Había sido tanto tiempo atrás que las marcas de látigo en mi espalda no eran más que pálidas cicatrices plateadas. Yo había pensado que el asunto se había resuelto.
Aparentemente no. Dado que el incidente había ocurrido en Imre, caía bajo la jurisdicción de las cortes de la Mancomundad. Vivimos en una era civilizada, y pocos lugares son más civilizados que la universidad y su entorno inmediato. Pero partes de la ley del hierro son de tiempos oscuros. Habían pasado cien años desde que alguien había sido quemado por Concertación o Artes Innaturales, pero las leyes aun estaban ahí. La tinta se había desvanecido, pero las palabras eran claras.
Ambrose no estaba directamente involucrado, por supuesto. El era muy inteligente para eso. Este tipo de juicio era malo para la reputación de la universidad, si Ambrose hubiese llevado el caso contra mi habría enfurecido a los maestros. Ellos trabajaban duro para proteger el buen nombre de la Universidad en general y del Arcano en particular.
Así que no había forma de conectar a Ambrose con los cargos. De hecho, el caso fue llevado ante las cortes de Imre por un puñado de nobles influyentes de Imre. Oh, ciertamente ellos conocían a Ambrose, pero eso no lo incriminaba. Ambrose conocía a todos los que tenían poder, sangre, o dinero en cualquier lado del rio después de todo.
Por esto fue que fui llevado ante la ley del hierro. Por espacio de seis días fue una fuente de irritación extraordinaria y ansiedad para mí. Interrumpió mis estudios, paro mi trabajo en la Factoría, y puso el clavo final en el ataúd en el que enterré mis esperanzas de encontrar un mecenas local.
Lo que comenzó como una experiencia terrorífica rápidamente llego a ser un proceso tedioso lleno de pompa y rituales.
Más de cuarenta cartas de testimonios se leyeron sonoramente, confirmadas y copiadas en los registros oficiales. Habian días llenos con nada mas que largos discursos. Citas de la ley del hierro. Puntos de procedimiento. Modos formales de dirección. Hombres viejos leyendo libros viejos.
Yo me defendí con lo mejor de mi habilidad, primero en la corte de la Mancomundad, de ahí en las cortes de la iglesia también. Arwyl y Elxa Dal hablaron a mi favor. Es más, ellos escribieron cartas y luego las leyeron a la corte.
Al final, estaba limpio de cualquier delito. Yo pensé que estaba revindicado, pensé que había ganado…
Pero era aun terriblemente ingenuo de muchas maneras.

7 comentarios:

  1. oooooooooooooo diooooooos k buen capituloooo!!!!!!!!!!!

    kiero ia otroooo :p

    grax =)

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  2. GRACIAS!!!

    ey Suchan, falta actualizar la lista de cretidos de los traductores por cada capitulo...


    saludos

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  3. Se acaba justo con una frase que incita a leer el siguiente, ojalá lo publiques pronto xD

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  4. Ya actualice la lista de creditos n__n

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  5. Creo que se usa la palabra "Mancomundad",
    y la correcta es "Mancomunidad". :)

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  6. Me lo corregia Word una y otra vez!! y yo de necia en mi mente "Que no word!! es mancomundad!! yo me acuerdo!!!"

    Pero es verdad, tu y Word me ganaron xDDDD lo cheque con el primer libro jaja lo corregire n_n

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  7. http:// depositfiles . com/files/jpgiea91q

    descarguen el libro completo...

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