jueves, 9 de junio de 2011

Capitulo 13

Bieeen!! seguimos aqui n___n este capitulo fue traducido por Lynda! y practicamente ni lo corregi, se esforzo muchisimo!! ademas le puso guiones (que es el estilo en español) en vez de las colmillas (Que es el estilo en ingles) asi que espero que les guste! (No tampoco sabia esto, pero cuando lo lei en ingles, me enamore de las comillas ya que odio produndamente los guiones por que se me hacen horriblemente complicados de usar asi que admiro mucho a Lynda por poderlos manejar tan bien xD) Okas pues agradescanle mucho sobre todo tambien porque nos habiamos quedado sin este cap ya que quien lo tenia no pudo hacer la traduccion por cosas de la vida, y ella lo hizo bastante rapido! mas me tarde yo en subirlo con todo lo de subir las entradas pasadas y eso buenoo.. me siento mejor ahora que nuestro blog tiene contraseña pero me preocupa que la encuentren, se les ocurre una forma infalible de pasar la contraseña?? Heey yo se que habra por aqui 90 personas leyendo!! me lo dice facebook xD asi que comenten n__n.

PD: El catorce lo mas seguro es que para pasado mañana.

Capítulo Trece
La Caza

Determinado a hacer una buena actuación en la clase de Elodin, localice a Wilem y negocie unas futuras bebidas a cambio de que me ayudara a guiarme en el Archivo.
Hicimos nuestro camino juntos por las calles adoquinadas de la Universidad, el viento racheaba violentamente, la forma sin ventanas del Archivo se cernía sobre nosotros desde el otro lado del patio. Las palabras Vorfelan Rhinata Morie estaban labradas en el muro encima de las grandes puertas de piedra.
A medida que nos acercábamos, me di cuenta que me sudaban las manos. —Señor y señora, espera un segundo. —dije dejando de caminar.
Wil elevó una ceja hacia mí.
—Estoy nervioso como una puta nueva, —dije. —solo dame un momento.
—Dijiste que Lorren levanto tu prohibición hace dos días, —dijo Wilem. —Creí que estarías dentro tan pronto como tuvieras permiso.
—Estaba esperando que actualizaran los libros de registro. — Me enjuagué las manos húmedas en mi camisa. —Sé que algo va a pasar, —dije ansiosamente. —Mi nombre no estará en el libro. O Ambrose estará en el escritorio y yo tendré algún tipo de recaída de la droga de ciruela y terminaré gritándole de rodillas sobre su garganta.
—Me gustaría ver eso, —dijo Wil. —Pero Ambrose no trabaja hoy.
—Eso es algo, —admití, relajándome un poco. Señale las palabras encima de la puerta. ¿Sabes lo que eso significa?
Wil miró hacia arriba. —El deseo del conocimiento forma a un hombre, —dijo él. —O algo parecido a eso.
—Me gusta eso. —Tome un profundo respiro. —Bien. Vamos.
Abrí la enorme puerta de piedra y entre a una pequeña antecámara, entonces Wil jaló la puerta interior e ingresamos al vestíbulo de entrada. En la mitad de la sala había un gran escritorio de madera con varios libros, grandes encuadernados en cuero, abiertos sobre el.
Fela estaba sentada detrás del escritorio, con su rizado cabello recogido en una cola. La luz roja de las lámparas simpáticas hacían que luciera diferente, pero no menos bonita. Ella sonrió.
—Hola Fela, —dije, tratando de no sonar tan nervioso como me sentía. —Oí que estoy de vuelta en los libros buenos de Lorren. ¿Podrías comprobarlo?
Asintió y comenzó a hojear el libro que estaba frente a ella. Su rostro se ilumino y señalo. Luego su expresión se oscureció.
Sentí mi estomago hundirse, —¿Qué es? —pregunté. —¿Hay algo malo?
—No, —dijo ella. —Nada malo.
—Te ves como si hubiera algo malo, —se quejo Wil. —¿Qué dice?
Fela vacilo, luego giró el libro hacia nosotros para que pudiéramos leerlo: Kvothe, Hijo de Arliden. Pelirrojo. Tez blanca. Joven. Escrito cerca de esto en el margen en una escritura diferente estaban las palabras, Bastardo Ruh.
Le sonreí ampliamente. —Correcto en todos los aspectos. ¿Puedo entrar?
Ella asintió. —¿Necesitan lámparas? —pregunto ella, abriendo un cajón.
—Yo, —dijo Wil, escribiendo ya su nombre en un libro distinto.
—Yo tengo la mía, —dije, sacando mi pequeña lámpara de un bolsillo de mi capa.
Fela abrió el libro de admisiones y firmamos en el. Mi mano temblaba mientras escribía, moviendo de forma errática la punta de la pluma vergonzosamente, tirando tinta en la página.
Fela lo borro y cerró el libro. Ella me sonrió. —Bienvenido de nuevo, —dijo ella.


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Permití que Wil guiara el camino hacia Estanterías y puse mi mejor esfuerzo en tener una expresión adecuadamente asombrada.
Esta no era una parte difícil de tocar. Si bien yo había tenido acceso al Archivo por algún tiempo, había estado forzado a arrastrarme como un ladrón. Había mantenido mi lámpara en el ajuste más oscuro y evitaba los pasillos principales por miedo a toparme con alguien accidentalmente.
Los estantes cubrían cada pedacito de los muros de piedra. Algunos pasillos eran amplios y abiertos con altos techos, mientras que otros apenas eran los suficientemente anchos para que dos personas pasaran si ambos se giraban de costado.
El aire estaba cargado con el olor del cuero y polvo, pergamino viejo y pegamento vinculante. Olía a secretos.
Wilem me guió dando vuelta a estanterías, subiendo algunas escaleras, luego a través de un ancho pasillo lleno de libros encuadernados todos en idéntico cuero rojo. Finalmente llegamos a una puerta con una tenue luz roja oscura iluminando sus rendijas.
—Hay habitaciones reservadas para el estudio privado, —dijo Wilem en voz baja. —Agujeros de lectura. Sim y yo usamos este a menudo. No muchas personas saben de él. —Will tocó brevemente la puerta antes de que la abriera revelando una habitación sin ventanas un poco más grande que la mesa y las sillas que contenía.
Sim estaba sentado a la mesa, la luz roja de su lámpara simpática hacia parecer su rostro más rubicundo de lo habitual. Sus ojos se agrandaron cuando me vio. —¿Kvothe? ¿Qué estas haciendo aquí? —Se giro hacia Wilem, horrorizado.
—¿Qué esta haciendo él aquí?
—Lorren le levantó su prohibición, —dijo Wilem. —Nuestro niño tiene su primera lista de lectura. Esta planeando su primera caza de libros.
—¡Felicitaciones! —Sim me sonrío. ¿Puedo ayudar? Me estoy quedando dormido aquí. —Me tendió su mano.
Yo me toque la sien. —El día que no pueda memorizar veinte títulos será el día que no pertenezca al Arcano. —dije. Pensado que era solo la mitad de la verdad. La verdad completa es que yo solo era dueño de media docena de preciosas hojas de papel. No podría permitirme perder una en algo como eso.
Sim saco un pedazo de papel doblado de su bolsillo junto con un trozo de lápiz. —Yo necesito las cosas escritas, —dijo. —No todos memorizamos baladas por entretenimiento.
Me encogí de hombros y comencé a anotarlos. —Es probable que vayamos más rápido si separamos la lista en tres partes, —dije.
Wilem me dio una mirada. —¿Tu piensas que puedes solo caminar alrededor y encontrar libros por ti mismo? —El miro a Sim, quien sonreía ampliamente.
Por supuesto. Yo no tenia que saber nada sobre la disposición de las Estanterías. Wil y Sim no sabían que yo había estado viniendo a escondidas. No era que no confiara en ellos, pero Sim no podría mentir ni para salvar su vida, y Wil trabajaba como secretario. No quería forzarlo a elegir entre mi secreto y su deber con el Maestro Lorren.
Entonces decidí hacerme el tonto. —Oh, saldré del paso, —dije con indiferencia. —No puede ser tan difícil de descifrar.
—Hay tantos libros en el Archivo, —Wil dijo lentamente, —que simplemente leer todos los títulos podría tomarte un ciclo completo. —Hizo una pausa, mirándome fijamente. —Once días sin pausa para comer o dormir.
—¿En serio? —Sim preguntó. —¿Tanto tiempo?
Wil asintió. —Lo hice hace un año. Ayuda a prevenir lloriqueo de los E'lir cuando tienen que esperar que yo les vaya buscar algún libro. —El me miró. —Hay libros sin titulo también. Y rollos de pergamino. Y arcillas. Y muchos idiomas.
—¿Qué es una arcilla? —pregunté.
—Tablas de Arcilla, —explicó Wil . —Ellas son las únicas cosas que sobrevivieron cuando Caluptena se incendió, Algunas han sido transcritas pero no todas.
—Eso no viene al caso, —intervino Sim. —El problema es la organización.
—Catalogación, —dijo Wil. —Ha habido muchos sistemas diferentes a lo largo de los años. Algunos prefieren uno, algunos prefieren otro. —frunció el ceño. —Algunos crean su propio sistema de organización de los libros.
Me reí. —Hablas como si debieran ser puestos en la pica por ello.
—Tal vez, —refunfuñó Wil. —Yo no lloraría por una cosa como esa.
Sim lo miró. —No puedes culpar a los maestros por tratar de organizar las cosas de la mejor manera posible.
—Puedo, —dijo Wilem. —Si el Archivo estuviera mal organizado, seria un constate disgusto pero podríamos trabajar con el. Pero ha habido tantos sistemas diferentes en los últimos cincuenta años. Libros mal etiquetados. Títulos mal traducidos. —Paso su mano por su cabello, pareciendo repentinamente cansado. —Y siempre están llegando nuevos libros, necesitando ser catalogados. Siempre hay E’lir perezosos en volúmenes quienes quieren que nosotros busquemos por ellos. Es como tratar de cavar un agujero en el fondo de un rio.
—Entonces lo que estás diciendo, — dije lentamente, —es que encuentras tu tiempo pasado como secretario es tanto agradable como gratificante. 
Sim ahogo una risa con sus manos.
—Y luego están las personas. —Wil me miro, su voz era baja y peligrosa. —A los estudiantes se les da libertad en Estanterías. Llegas, lees medio libro, luego lo ocultas para poder continuar más tarde a tu propia conveniencia. —Las manos de Wil hacían movimientos de agarre como si estuviera apretando el frente de la camisa de alguien. O tal vez la garganta. —Entonces te olvidas donde has puesto el libro, y este ha desaparecido con tanta seguridad como si hubiera sido quemado.
Wil apuntó con un dedo. —Si alguna vez te descubro haciendo tal cosa, —dijo, ardiendo de ira, —Ni Dios te mantendrá a salvo de mí.
Pensé culpablemente en los tres libros que había ocultado justo de esa manera mientras estaba estudiando para los exámenes. —Te lo prometo, —le dije. —Yo nunca haré eso.— Otra vez.
Sim se levantó de la mesa, frotándose las manos con fuerza. —Bien.  Dicho simplemente, es un lío, pero si nos atenemos a los libros registrados en el catálogo Tolem, deberías ser capaz de encontrar lo que estás buscando. Tolem es el sistema que usamos ahora. Wil y yo te mostraremos donde guardan los libros del Catálogo.
—Y algunas otras cosas, —dijo Wil. —Tolem no lo abarca todo. Algunos de tus libros pueden requerir una búsqueda más exhaustiva. —Se volvió a abrir la puerta.

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Como resultado, sólo cuatro libros de mi lista estaban en los libros de registro de Tolem. Después de eso, nos vimos obligados a dejar la parte bien-organizada de Estanterías atrás. Wil parecía tomar la lista como un reto personal, por lo que aprendí mucho sobre los archivos de ese día. Wil me llevó a los Registros Muertos, la Escalera de Atrás, el Ala Inferior.
Aun así, al final de cuatro horas solo habíamos logrado rastrear la ubicación de siete libros. Wil parecía frustrado por esto, pero yo le agradecí de todo corazón, diciéndole que me había dado todo lo que necesitaba para continuar la búsqueda por mi cuenta.
En los días siguientes, pasé casi todos los ratos libres que tenía en el Archivo, cazando los libros de la lista de Elodin. Yo no quería nada más que comenzar esa clase con lo mejor de mí, y estaba determinado a leer todos los libros que nos había dado.
El primero fue un cuaderno de viaje queme pareció mas que entretenido. El segundo era algo de poesía bastante mala, pero era corto, y me obligué a seguir, apretando los dientes y cerrando un ojo ocasionalmente para no dañar la integridad de mi cerebro. El tercero era un libro de filosofía retórica, pesadamente escrito.
Luego vino un libro que detallaba las flores silvestres del norte de Atur. Un manual de esgrima con algunas ilustraciones bastante confusas. Otro libro de poesía, este era grueso como un ladrillo e incluso más autoindulgente que el primero.
Me tomó horas, pero los leí todos. Incluso fui tan lejos como para tomar notas en dos de mis preciosas hojas de papel.
Entonces vino, lo más cerca que podría llamarlo, el diario de un loco. Si bien sonaba interesante, era en realidad sólo un dolor de cabeza prensado entre las cubiertas. El hombre lo escribió con letra apretada, sin dejar espacios entre las palabras. Sin separación de párrafos. No tenia gramática ni ortografía coherente.
Fue entonces cuando decidí hacer solo lectura superficial. Al día siguiente cuando me enfrente con dos libros escritos en Modegano, una serie de ensayos sobre la rotación de cultivos y una monografía sobre mosaicos Vinticos, deje de tomar notas.
El último puñado de libros solo los hojeé, preguntándome porque Elodin quería que leyéramos un libro de contabilidad fiscal de doscientos años de antigüedad de una baronía en los Pequeños Reinos, un texto médico obsoleto y un juego de moral mal traducido.
Mientras rápidamente perdía mi fascinación por la lectura de los libros de Elodin, aún me deleitaba cazándolos. Irrité a más de unos pocos escribas con mis constantes preguntas: ¿Quién esta a cargo de la re-disposición de los estantes? ¿Dónde estaban guardados los dictámenes Vinticos? ¿Quién tenía las llaves del cuarto sótano de pergaminos? ¿Dónde van los libros dañados mientras están esperando ser reparados?
Al final, encontré diecinueve de los libros. Todos ellos, salvo En Temerant Voistra. Y no fue por falta de intentarlo. En mis mejores cálculos, la empresa entera me llevó casi cincuenta horas de búsqueda y lectura.
Llegué a la siguiente clase de Elodin con diez minutos de antelación, orgulloso como un sacerdote. Traía mis dos páginas de detalladas notas, deseoso de impresionar a Elodin con mi dedicación y minuciosidad. 
Los siete aparecimos para la clase antes de la campana del mediodía. La puerta de la sala de conferencias estaba cerrada, así que nos quedamos en el pasillo, esperando que Elodin llegara. 
Compartimos historias sobre nuestra búsqueda a través el Archivo y especulamos acerca del porqué Elodin consideraba que estos libros eran importantes. Fela había sido secretaria durante años, y solo había encontrado diecisiete de ellos. Nadie había encontrado En Temerant Voistra, o incluso una mención de el.
Elodin aún no había llegado para el momento en que sonó la campana del mediodía, y quince minutos después me cansé de estar parado en el pasillo e intente abrir la puerta de la sala de conferencias. Al principio, el mango no se movió en absoluto, pero cuando la tiré con frustración, el pestillo de la puerta giró y se abrió parcialmente. 
—Pensé que estaba cerrada con llave, —dijo Inyssa, frunciendo el ceño.
—Sólo atascada, —dije, empujando para abrirla.
Entramos a la gran sala vacía y bajamos los escalones hasta la primera fila de asientos. En la amplia pizarra en frente de nosotros, escrita con la letra de Elodin extrañamente ordenada estaba una sola palabra: "Debatir"
Nos instalamos en nuestros asientos y esperamos, pero Elodin aún no estaba a la vista. Miramos a la pizarra, luego unos a otros, desconcertados sin saber exactamente lo que se suponía que debíamos hacer.
A partir de las expresiones de todos, yo no era el único que estaba irritado. Pasé cincuenta horas hurgando sus condenados libros. Yo había hecho mi parte. ¿Por qué el no hacia la suya?
Los siete esperamos por las siguientes dos horas, charlando ociosamente, esperando que Elodin llegara.
Él no lo hizo.

10 comentarios:

  1. rohue:
    suchan, en lo personal ya no me quedan animos de comentar despues de lo que nos hicieron :(

    y pues muchas gracias a todos por hacer esto posible... son un gran equipo, sigan asi y llegaran muy lejos... tan lejos como la traduccion del tercer dia de la cronicas del asesino de reyes :D

    (nhaaa no te creas seguire comentando, despues de todo es divertido jeje)

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  2. buen trabajo!
    y animo!

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  3. Fantástico, que viva el copyleft y la libertad de intercambio cultural!!
    Cada día me anima más leer un nuevo capítulo y ver el empeño que le poneis.
    Punto a favor de los guiones en este Capítulo jajaja
    Seguid así y mucho, mucho ánimo. :)

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  4. Su, tu blog y tu trabajo es extraordinario, quiero agradecerte que lo hagas por todos los que estamos pendientes de las nuevas, animo y hay que seguir adelante... Eres muy buena!!.

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  5. Rohue me hiciste poner cara asi o.O se va? xDDD.
    Anonimo(el segundo xD) yo no podria hacer nada sin todos los traductores que hay, me parece genial que te guste el proyecto, solo recuerda que siempre quienes hacen muchisimo de este blog son ellos, este cap lo tradujo Lynda :)

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  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  7. Lynda :) muchas gracias, buen trabajo con los guiones jajajaja.

    Y el 14?? me desespero. La ultima cosa, los acentos
    xD, ahora comprendo a los profesores que me ponen faltas por no ponerlos, cuando lees es molesto no verlos jajjaaja pero vamos que estan super bien las traducciones, seguir asi

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  8. Por el momento no tengo word >__< asi que no le reviso la ortografia, para q te digo mentiras, solo algunas cosas que me saltan a la vista luego luego

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  9. jaja, no pasa na esta muy bien solo que algunas veces te paras un poco a pensar saco o sacó, y cosas asi. el 14 me lo he leido eningles y más o menos lo entiendo y, creo que os podria ayudar a traducien algun capitulillo. Dame el 30 o por ahi y, intentare ayudaros pero, primero me voy a leer hasta el 30 porque sino no tiene sentido que me lea ese capitulo xD. Taluegoo

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  10. Joo, este capitulo te deja con toda la intriga porque elodin no llega?? :D

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