viernes, 26 de agosto de 2011

Capitulo 50

Holaaa :) espero q todo mundo este genial, pues aqui esta este capitulo traducido por Marcelo Sanchez!! uno de nuestros mas nuevo traductores, la verdad es que hizo un trabajo estupendo, el capitulo tenia un monton de notitas por doquier que casi no fueron necesarias,(pero me alegran las notitas XDD)  no se las pongo por que eran referentes a la traducion jeje.
 Tambien como se van a dar cuenta Marcelo le puso guiones aunque no estaban del todo bien puestos, los deje despues de correguir de las pocas cosas que tengo bien seguro acerca de los guiones (que cuando termina el enunciado con un dialogo ya no va guion al final) pero los deje por que estan aceptables y me dio penita cambiarselos ya q a todos les gustan mucho XDD, tambien les dire que he estado entrada con esto de entenderle a los guiones y pude ver mas cosas (see creo que al fin le capte el asunto) pero aun estoy insegura y no quise moverle mas que lo que ya dije.
Buenoo realmente es el "capitulo que estaban todos esperando" jeje no dire mas XD. Q lo disfruten :D

Capitulo 50
Persiguiendo el viento

Le entregué mi ficha de admisiones a Fela, diciéndole que esperaba que esto le trajera suerte. Y así el bimestre de invierno llegó a su fin.
De repente, tres cuartas partes de mi vida, simplemente desaparecieron. No tenía clases para ocupar mi tiempo, ni turnos en la Clínica para cubrir. Ya no podía sacar material de Existencias, usar las herramientas en la Factoría, o entrar en el Archivo.
Al principio no fue tan malo. El espectáculo del solsticio de invierno fue una maravilla de distracción, y sin la preocupación del trabajo y el estudio yo estaba libre para divertirme y pasar tiempo en compañía de mis amigos.
Luego el bimestre de primavera comenzó. Mis amigos seguían allí, pero estaban muy ocupados con sus propios estudios. Me encontré a mí mismo cruzando el río más y más. Denna todavía estaba ausente, pero Deoch y Stanchion siempre estaban dispuestos a compartir una copa y algunos chismes.
Threpe estaba allí también, y aunque de vez en cuando me presionaba para asistir a una cena en su casa, podía distinguir que su corazón no estaba en ello.
Mi juicio tampoco había complacido a la gente de este lado del río, y todavía se estaban contando historias sobre él. No sería bienvenido en ningún círculo social respetable durante muchísimo tiempo, o quizás nunca.
Jugué con la idea de abandonar la Universidad. Sabía que la gente se olvidaría del juicio con mayor rapidez si yo no estuviera cerca. ¿Pero a dónde iría? El único pensamiento que me vino a la mente se dirigía a Yll con la vana esperanza de encontrar Denna. Pero yo sabía que no era más que una estupidez.
Como no tenía necesidad de ahorrar dinero para la matrícula, fui a pagar le a Devi. Pero por primera vez no pude dar con ella. En el transcurso de varios días me puse cada vez más nervioso. Incluso deslicé bajo su puerta varias notas de disculpa hasta que escuché de Mola que ella estaba tomando unas vacaciones y regresaría pronto.

***

Los días pasaron. Y permanecía ocioso mientras el invierno se retiraba lentamente de la Universidad. Las escarchas dejaron las esquinas de las ventanas, y los arboles empezaron a mostrar sus primeros brotes verdes. Al final Simmon alcanzó su primera vislumbre de una pierna desnuda debajo de un vestido ondeando al viento y se declaró oficialmente que la primavera había llegado.
Una tarde, mientras estaba sentado bebiendo hidromiel con Stanchion, Threpe entró por la puerta prácticamente rebosante de emoción. Me llevó volando a una mesa privada en el segundo piso, mirándome a punto de estallar con las noticias que llevaba.
Threpe dobló sus manos sobre la mesa. —Puesto que no hemos tenido mucha suerte encontrándote un mecenas local, comencé a echar mis redes más lejos. Es bueno tener a un mecenas local. Pero si tienes el apoyo de un señor correctamente influyente, difícilmente importa dónde vive. —Asentí con la cabeza. Mi troupe había abarcado los cuatro puntos cardinales bajo la protección del nombre de Lord Greyfallow.
Threpe sonrió. — ¿Has estado alguna vez en Vintas?
— Posiblemente, —le dije. Entonces, viendo su mirada de asombro, le expliqué, — viajé bastante cuando era un niño. No puedo recordar si alguna vez lo hicimos tan lejos al oriente.
Él asintió con la cabeza. — ¿Sabes quién es Maer Alveron? — Lo conocía, pero pude distinguir que Threpe se impacientaba por contarme el mismo. —Me parece recordar algo…—le dije vagamente.
Threpe sonrió abiertamente — ¿Conoces la expresión “rico como el Rey de Vintas”?
Asentí con la cabeza.
— Bueno pues, ese es él. Sus tátara-tátara-abuelos fueron los reyes de Vintas, antes de que el imperio fuera pisoteado, convirtiendo a cada uno a la ley de hierro y al Libro del Camino. Si no fuera por algunos caprichos del destino, una docena de generaciones atrás, Alveron sería la familia real de Vintas, no la Calanthis, y mi amigo el Maer sería el rey.
—Tu amigo, —dije con apreciación. — ¿Conoces a Maer Alveron?
Threpe hizo un ademán vacilante. — Amigo puede ser estirar las cosas un poco, — admitió. — Nos hemos estado escribiendo desde hace algunos años, intercambiando noticias de nuestros diferentes rincones del mundo, haciéndonos un favor o dos. Podría ser más apropiado decir que somos conocidos.
— Un conocido impresionante. ¿Cómo es él?
— Sus cartas son muy formales. No es alzado aunque posee un buen rango por encima de mí, — dijo Threpe con modestia—. Él es casi un rey excepto por el título y la corona, ya sabes. Cuando Vintas se formó, su familia se negó a ceder ninguno de sus plenos poderes. Esto significa que el Maer tiene la autoridad para hacer casi cualquier cosa que el rey Roderic puede hacer: otorgar títulos, reclutar un ejército, acuñar moneda y recaudar impuestos…
Threpe agitó su cabeza bruscamente. — Ah, me olvidaba lo que estaba haciendo, — dijo comenzando a buscar en sus bolsillos. —Recibí una carta de él ayer—. Sacó un pedazo de papel, lo desdobló, luego se aclaró la garganta y leyó:

Sé que están hasta el cuello de poetas y músicos por allí y yo estoy muy necesitado de un joven bueno con las palabras. No puedo encontrar a alguien que me convenga aquí en Severen. Y ya con todo dicho, preferiría lo mejor .
Él debe ser bueno con las palabras, por sobre todo, tal vez un músico de algún tipo. También, quisiera que sea listo, bien hablado, cortés, educado y discreto. Al leer esta lista se puede ver por qué no he tenido suerte encontrando uno por mi cuenta. Si por casualidad conoce usted a un hombre de esta rara especie, anímelo a venir a verme.
Le diría el uso que pretendo darle, pero el asunto es de carácter privado…

Threpe estudió la carta durante un momento o dos. —Esto continúa un poco—. Luego dijo, —En cuanto a la cuestión que he mencionado antes, tengo prisa. Si no hay nadie conveniente en Imre, por favor envíeme una carta por correo. Si por casualidad envía usted a alguien de mi agrado , anímelo a hacerlo rápidamente. —Los ojos de Threpe exploraron el papel durante un momento más, sus labios se movían silenciosamente. —Esto es todo, — dijo finalmente, y se lo metió de nuevo en el bolsillo. — ¿Qué piensas?
—Usted me hace un gran…
—Sí, sí. — Agitó una mano impacientemente. —Estás halagado. Saltémonos todo eso. — Se inclinó hacia adelante seriamente. — ¿Lo harás? ¿Podrán tus estudios, — hizo un ademán despectivo hacia el oeste, hacia la Universidad, — permitirte una ausencia por una temporada, o algo así?
Aclaré mi garganta. —De hecho, he estado considerando estudiar fuera del país durante algún tiempo.
El conde estalló en una amplia sonrisa y golpeó el brazo de su silla.— ¡Bien! — se echó a reír. — ¡Pensé que tendría que apartarte forzosamente de tu preciada Universidad de la misma manera que a un penique del puño cerrado de un muerto! Te darás cuenta de que esta es una oportunidad maravillosa. De una sola vez en la vida, realmente. —Me guiñó astutamente. — Además, a un joven como tú, le sería muy difícil encontrar un mejor mecenas que el hombre que es más rico que el rey de Vintas
—Hay un poco de verdad en eso, —admití en voz alta. En silencio, pensaba, ¿podía acaso esperar una mejor ayuda en mi búsqueda de los Amyr?
—Hay mucha de verdad en eso, — se rió entre dientes . —¿Cuán pronto estarás listo para partir?
Me encogí de hombros. — ¿Mañana?
Threpe levantó una ceja. — Tú no das mucho tiempo para que el polvo se asiente, ¿verdad?
— Él dijo que tenía prisa, y yo prefiero ir temprano que tarde
—Es cierto. Es cierto— Saco un reloj con engranajes de plata de su bolsillo, lo miró y suspiró, mientras este hacía clic al cerrarse. — Voy a tener que pasar por alto un poco de sueño esta noche redactando el borrador de una carta de presentación para ti.
Eché un vistazo a la ventana. —Ni siquiera esta oscuro aun—le dije. — ¿Cuánto tiempo esperas que te tome?
—Calla — dijo enfadado. — Yo escribo lentamente, especialmente cuando estoy enviando una carta a alguien tan importante como el Maer. Además tengo que describirte, ninguna tarea fácil por sí misma.
—Déjeme ayudarle entonces, — dije. —No tiene sentido el perder sueño por mi causa— sonreí. —Además, si hay algo en lo que estoy muy versado, es en mis buenas cualidades.

***

El día siguiente hice una serie de adioses apresurados a todos mis conocidos en la Universidad. Recibí los sentidos apretones de manos de Wilem y Simmon y un alegre saludo de despedida con mano de Auri.
Kilvin lanzó un gruñido sin levantar la mirada de su grabado y me dijo que escribiera cualquier idea que tuviera para una lámpara perpetua mientras estaba ausente. Arwyl me dio una larga y penetrante mirada a través de sus lentes y me dijo que habría un lugar para mí en la Clínica cuando regrese.
Elxa Dal fue reconfortante después de las reacciones reservadas de los otros maestros. Se rió y admitió que estaba un poco celoso de mi libertad. Me aconsejó que aprovechara al máximo cada oportunidad temeraria que se me presentara. Si miles de kilómetros, no eran suficientes para mantener mis aventuras en secreto, dijo, entonces nada lo seria.
No tuve suerte encontrando a Elodin y me conformé con deslizar una nota bajo la puerta de su oficina. Aunque ya no parecía que utilizaran el lugar, podrían pasar meses antes de que la encontrara.
Compré una nueva mochila de viaje y algunas otras cosas que un simpatista debe llevar consigo antes de estar fuera : cera, cordel y cable, aguja con gancho e hilo de tripa. Mis ropas fueron fáciles de empacar, no tenía muchas.
Cuando cargué mi macuto, me di cuenta de que no podía llevar todo conmigo. Esto me conmocionó. Durante tantos años había sido capaz de llevar todo que poseía, generalmente con una mano de la que prescindir.
Pero desde que me había mudado a esta pequeña habitación del desván , había emprendido la recopilación de rarezas y proyectos a medio terminar. Ahora tenía el lujo de dos mantas. Había páginas de notas, una pieza circular de estaño grabado por la mitad de la Factoría, un reloj de cuerda descompuesto que había obtenido en piezas para ver si podía armarlo otra vez.
Terminé de cargar mi macuto, luego amontoné todo lo demás en el maletero que estaba al pie de mi cama. Algunas herramientas desgastadas, un pedazo de pizarra que usé para el cálculo de cifras, una pequeña caja de madera con los puñados de pequeños tesoros que Auri me había dado...
Luego bajé y le pregunté Anker si le importaría guardar mis pertenencias en el sótano hasta que regrese. Admitió con un poco de culpa que poco antes de que yo empezara a dormir allí, la pequeña habitación, con pendiente en el techo había estado vacía durante años y solamente la usó como bodega. Él estaba dispuesto a dejarlo desalquilado si prometía continuar con nuestro actual arreglo de habitación por música cuando regresara. Estuve de acuerdo gustosamente y balanceando la caja del laúd en mi hombro, me dirigí a la puerta.

***

No estaba del todo sorprendido de encontrar a Elodin sobre el Camino de Piedra. Muy poco sobre el maestro Nominador me sorprendía estos días. Se sentó sobre el borde de piedra en la parte alta de la curva del puente, balanceando sus pies descalzos sobre la caída de treinta metros hasta el río.
—Hola Kvothe, — dijo sin volver la vista del agua agitada .
—Hola maestro Elodin, — dije. —Me temo que voy a dejar la universidad por un término o dos.
— ¿Lo temes en realidad? — notaba un murmullo de diversión en su voz silenciosa y retumbante.
Me tomó un momento darme cuenta a lo que se refería. —Es sólo una forma de hablar.
— Las formas de hablar son como las imágenes de nuestros nombres. Nombres vagos, débiles, pero nombres no obstante. Se consciente de ellos. — Me miró. —Siéntate conmigo por un momento.
Empecé a excusarme, luego vacilé. Él era quien me promovio después de todo. Puse mi laúd y mi macuto sobre la piedra plana del puente. Una sonrisa apareció en el rostro juvenil Elodin y le dio una palmada al parapeto de piedra al lado suyo con la palma de la mano, ofreciéndome un asiento.
Miré por encima del borde con un poco de ansiedad. —Preferiría no hacerlo, Maestro Elodin.
Me dio una mirada recriminatoria. — La precaución le corresponde a un arcanista. La seguridad le corresponde a un nominador. El miedo no le corresponde a ninguno de los dos. Ninguno se ajusta a ti. — Le dio una palmada a la piedra de nuevo, más firmemente esta vez.
Con mucho cuidado subí al parapeto y balanceé mis pies sobre el borde. La vista era espectacular, emocionante.
— ¿Puedes ver el viento?
Traté. Por un momento parecía como si... no. No era nada. Negué con la cabeza.
Elodin se encogió de hombros con indiferencia, aunque sentí un dejo de decepción. — Este es un buen lugar para un nominador. Dime por qué.
Miré alrededor. — Gran viento, agua fuerte, piedra antigua.
—Buena respuesta. —Oí auténtico placer en su voz. — Pero hay otra razón. Piedra, agua y fuego también están en otros lugares. ¿Qué hace este diferente?
Pensé por un momento, miré alrededor, agité mi cabeza. — No lo sé.
— Otra buena respuesta. Recuérdala.
Esperé a que continuara. Cuándo él no lo hizo, pregunté, — ¿Qué hace a este un buen lugar?
Miró el agua por mucho tiempo antes de responder. —Es un borde, — dijo finalmente.— Es un lugar alto con posibilidad de caer . Las cosas se ven más fácilmente desde los bordes. El peligro despierta a la mente dormida. Aclara algunas cosas. Ver las cosas es parte de ser un nominador.
— ¿Qué hay de la caída? — pregunté.
— Si caes, caes, — Elodin se encogió de hombros.
— A veces para aprender debemos caer. A menudo te caes en sueños antes de despertar.
Ambos estuvimos en silencio reflexionando por un momento. Cerré mis ojos e intenté escuchar el nombre del viento. Escuché el agua por debajo, sentí la piedra del puente bajo mis palmas. Nada.
— ¿Sabes lo que se solía decir cuando un estudiante abandonaba la Universidad por un período? — preguntó Elodin.
Negué con la cabeza.
—Decían que estaba persiguiendo al viento, — se echó a reír.
—He escuchado la expresión.
— ¿En serio? ¿Qué crees que significa?
Me tomó un momento elegir mis palabras. —Tenía un gusto frívolo. Como si los estudiantes corrieran tras ningún buen propósito.
Elodin asintió con la cabeza. — La mayoría de los estudiantes se marchan por razones frívolas, o para perseguir cosas frívolas. —Se inclinó hacia delante para mirar el río hacia abajo. — Pero no siempre fue ese el significado.
— ¿No?
— No. — Se recostó hacia atrás nuevamente. —Hace mucho tiempo, cuando todos los estudiantes aspiraban a ser nominadores, las cosas eran diferentes. Se humedeció un dedo y lo mantuvo al aire. — El nombre al que la mayoría de los nominadores novatos era alentado a encontrar era el del viento. Después de encontrar este nombre, sus mentes dormidas despertaban y la búsqueda de los demás nombres era más fácil.
— Pero algunos estudiantes tuvieron problemas para encontrar el nombre del viento. Había muy pocos bordes aquí, muy poco riesgo. Así que salían hacia las tierras salvajes, terrenos incultos. Ellos habrían ido buscando fortunas, vivir aventuras, cazar secretos y tesoros… — Él me miró. — Pero ellos realmente estaban buscando el nombre del viento.
Nuestra conversación se detuvo cuando alguien llegó al puente. Era un hombre de cabello oscuro y un rostro contraído. Él nos miraba desde el rabillo del ojo sin volver la cabeza, y cuando caminó detrás de nosotros traté de no pensar lo fácil qué podría ser para él empujarme del puente.
Luego que pasó más allá de nosotros. Elodin dio un suspiro de aburrimiento y continuó.
— Las cosas han cambiado. Incluso ahora hay menos bordes que antes. El mundo es menos salvaje. Hay menos magia, más secretos, y sólo un puñado de personas que conocen el nombre del viento.
— Usted lo sabe, ¿no? — le pregunté.
Elodin asintió con la cabeza. — Cambia de lugar en lugar, pero sé cómo escuchar su forma cambiante. — Él se rió y me dio una palmada a en el hombro. — Deberías partir. Perseguir el viento. Que no te atemoricen los peligros del camino. — Esbozó una sonrisa. — Con moderación.
Balanceé mis piernas, salté la gruesa pared, y reubiqué el laúd y mi macuto sobre mi hombro. Pero cuando me dirigía hacia Imre, la voz de Elodin me detuvo. —Kvothe.
Me volví y vi a Elodin inclinarse hacia adelante por el costado del puente. Sonrió como un niño. — Escupe para la buena suerte.

***

Devi me abrió la puerta y abrió mucho sus ojos en estado de shock. —Dios mío, — dijo, presionando un trozo de papel dramáticamente contra su pecho. La reconocí como una de las notas que dejé en su puerta. —Es mi admirador secreto.
—Estaba tratando de pagar mi préstamo, — dije. —he hecho cuatro viajes.
—Caminar es bueno para ti, — dijo con una carencia de su jovial simpatía mientras me hacía un ademán para entrar, echando el cerrojo a la puerta detrás de mí. El cuarto olía a…
Olfateé. — ¿Qué es eso? — Pregunté.
Su expresión fue triste. — Se suponía que sería pera.
Puse a un lado la caja del laúd y mi macuto y me senté en su escritorio. A pesar de mis mejores intenciones, mis ojos se dirigieron al anillo negro chamuscado.
Devi echó hacia atrás su pelo rubio rojizo y se encontró con mi mirada. — ¿Quieres la revancha? —Preguntó, curvando su boca. — Todavía puedo encargarme de ti, con o sin gram. Puedo Puedo encargarme de ti aun mientras estoy profundamente dormida.
—Admitiré estar curioso, — dije. —Pero debo atender de los negocios en lugar de eso.
—Muy bien, — dijo. — ¿Realmente me vas a pagar todo? ¿Finalmente has encontrado un mecenas?
Sacudí mi cabeza. — Sin embargo, he obtenido una notable oportunidad que acaba de surgir. La posibilidad de conseguir realmente un buen patrón. —Hice una pausa. — En Vintas.
Levantó una ceja. — Es un camino muy largo, — dijo enfáticamente. — Me alegra que te hayas detenido para liquidar tu deuda antes de hacer un viajecito al otro lado del mundo. Quién sabe cuándo volverás.
—Efectivamente, — dije. — Sin embargo. Me encuentro en un lugar singular, económicamente hablando.
Devi ya estaba agitando su cabeza antes de que terminara de hablar. Por supuesto que no. Ya estás en deuda conmigo por nueve talentos. No te estoy prestando más dinero el día que te marchas de la ciudad.
Levanté mis manos a la defensiva. —Tú no entiendes , —dije. Abrí mi bolsa y cayeron talentos y iotas sobre la mesa. El anillo de Denna cayó fuera también, y lo detuve antes de que pudiera rodar fuera del borde de la mesa.
Señalé al montón de monedas frente a mí, un poco más de trece talentos. —Éste es todo el dinero que tengo en el mundo entero, — dije. — Con esto debo llegar a Severen con bastante velocidad A miles de kilómetros con algunas de sobra. Eso representa el viaje en al menos una embarcación. Comida. Alojamiento. Dinero para carruajes o el uso de una nota postal. — A medida que enumeraba cada una de estas cosas, me deslizaba una cantidad adecuada de dinero de un lado del escritorio a otro. —Cuando finalmente llegue a Severen, necesitaré comprarme ropa que me permita moverme entre la corte sin parecer el músico andrajoso que soy. — Deslicé más monedas.
Señalé con el dedo las pocas monedas rezagadas que quedaron — Esto no me deja lo suficiente para liquidar mi deuda contigo. — Devi me miraba sobre sus dedos entrecruzados . — Ya veo, — dijo seriamente. — Debemos descubrir algún método alternativo para igualar tu deuda.
—Mi idea es esta, — dije. —Puedo irme dejando una garantía hasta mi regreso.
Sus ojos se movieron vacilantes a través de la forma estilizada, oscura del estuche de mi laúd.
— No mi laúd, — dije rápidamente. —Lo necesito.
— ¿Entonces qué?, — preguntó. — Siempre has dicho que no tienes garantía.
— Tengo algunas cosas, — dije, rebuscando en mi macuto y sacando a relucir un libro.
Los ojos de Devi se iluminaron. Luego ella leyó el dorso. — ¿Retorica y Lógica? — Ella hizo una mueca .
— Me siento igual, — dije. —Pero vale algo. Especialmente a mí. También… — alcancé con la mano el bolsillo de mi capa y saqué mi lámpara de mano. — Tengo esto. Una lámpara simpática de mi propio diseño. Tiene un haz focalizado y un interruptor de graduado.
Devi la recogió del escritorio, asintiendo para sí misma. — Recuerdo esto, — dijo. — Antes, dijiste que no podías dejarla debido a una promesa que le habías hecho a Kilvin. ¿Ha cambiado eso?
Le di una clara sonrisa que era dos tercios mentira. —Esa promesa es en realidad lo que hace a esa lámpara una perfecta pieza de garantía, — dije. —Si llevaras esta lámpara a Kilvin, tengo la confianza que el pagará una generosa suma sólo para retirarla de… —aclare mi garganta. — Manos indeseables.
Devi accionó el interruptor ociosamente con el pulgar, haciendo girar desde tenue hasta brillante y viceversa. — ¿Y me imagino que ésta sería una condición que requieres? ¿Qué la devuelva a Kilvin?
— Me conoces tan bien, — dije. — Es casi vergonzoso. —
Devi puso la lámpara en la mesa junto a mi libro y tomo una respiración lenta a través de la nariz. — Un libro que sólo es valioso para ti, — dijo. —Y una lámpara que sólo es valiosa para Kilvin. — Ella agitó su cabeza. —Esa no es una propuesta atractiva.
Sentí una punzada cuando llegue hasta mi hombro y desabroche mis caramillos y los deslicé sobre la mesa también. — Estos son de plata, — dije. —Y difíciles de obtener. Te permitirán entrar gratis al Eolio, también.
— Sé lo que son. — Devi los recogió y los observo con vista aguda. Entonces señaló con el dedo. —Tú tenías un anillo.
Me quedé paralizado. — Esto no es mío como para darlo.
Devi se echó a reír. —Está en tu bolsillo, ¿no es así? Ella chasqueó los dedos. —Vamos. Déjame ver.
Yo lo saqué de mi bolsillo, pero no se lo entregué. —Pasé por un montón de problemas por esto, — dije. — Es el anillo que Ambrose tomó de una amiga mía. Sólo estoy esperando devolvérselo.
Devi se sentó en silencio, con su mano extendida. Luego de un momento puse el anillo en su palma.
Ella lo sostuvo cerca de la lámpara y se inclinó hacia adelante, entrecerrando los ojos en su cara de duendecillo.
—Es una piedra bonita, — dijo con admiración.
— El ajuste es nuevo, — dije tristemente.
Devi puso el anillo cuidadosamente encima del libro junto a mi caramillo y la lámpara de mano. — He aquí el trato, — dijo. — Guardaré estos artículos como garantía en contra de tu deuda actual de nueve talentos. Esto tendrá una duración por el espacio de un año.
—Un año y un día, — dije.
Una sonrisa curvó la comisura de su boca. — Cuan de libro cuento en un cuento de hadas eres. Muy Bien. Esto retrasará tu deuda por un año y un día. Si no me has pagado al final de este tiempo, estos objetos se perderán, y nuestra deuda se borrará. Su sonrisa fue astuta . —Aunque puedo ser convencida de devolverlos a cambio de cierta información. Escuché la torre del campanario a la distancia y di un gran suspiro. No tenía mucho tiempo para negociar, puesto que ya era tarde para mi reunión con Threpe. —Muy bien, — Le dije, irritado. —Pero el anillo se mantendrá en un lugar seguro. No se puede utilizar a menos que incumpla el pago.
Devi frunció el ceño. —No…
—No me moveré respecto a este punto, — dije seriamente. — Pertenece a una amiga. Le es preciado. No tendría que verlo en la mano de otra persona. No después de todo lo que he hecho para conseguirlo de Ambrose.
Devi no dijo nada, su cara de duendecillo se inmovilizó en una expresión horrorosa. Puse mi propia expresión sombría y la miré a los ojos. Puedo hacer bien una expresión sombría cuando lo necesito.
Un largo momento de silencio se extendió entre nosotros.
—Bien, — dijo al fin.
Nos dimos la mano. —Un año y un día, — dije.

7 comentarios:

  1. Suuchan!!! por favor ten piedad y sube pronto el proximo capitulo

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  2. Excelente trabajo muchas gracias desde Merida Yucatan Mexico

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  3. Muchísimas gracias, no sabéis lo que me ayudais a soportar la espera! sube el siguiente pronto por favor que está interesante a morir!!

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  4. ¿No se siente raro que no se comente nada del juicio? Tanto revuelo, que obliga al chaval a partir...Es como si se hubieran saltado una buena parte del libro. Espero que la espectativa que el autor está cultivando con ese tema, sea recompensada de alguna forma. Por cierto, la traducción genial.

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  5. Excelente capítulo, lo mejor es que lo leí en Ingles. Es que se demoró mucho y ya no pude esperar. En todo caso, es genial, pues estoy aprendiendo rápido, y después los leo a ustedes para comprobar las dudas que me quedan. A ver si a este ritmo, me animo a traducir un capítulo cuando vayamos cerca del 100.

    Gracias por la traducción.

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  6. Me encanto el capitulo, esta muy buena la traduccion.
    Al ritmo que van, a de existir una traduccion no oficial completa del libro a la par de la traduccion oficial.
    Que bien gracias.

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  7. Hola su, soy Alex oye permiteme felicitarte a ti y a todos Los que traducen, y quiero ofrecerte mi ayuda ya sea para traducir o para subir caps o lo que sea, el punto es que me gustaria echarte la mano si es que lo apruebas, de Nuevo gracias por todo, si si solo contestame en el F o aqui y te envio mi correo. Un saludo :D

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