domingo, 4 de septiembre de 2011

Capitulo 57

Este capitulo fue traducido por David!!! y realmente interpreto muy bien lo que patrick escribio :)
(PD:Si te conteste en el capitulo anterior, anonimo uno n_n)

Capítulo 57
Un puñado de Hierro

Conocí a Bredon en mi cuarto día en Severen, era temprano y sin embargo estaba paseando por mi habitación, casi enloquecido de aburrimiento. Había desayunado y faltaban horas para el almuerzo,

Hasta ese momento solo me habían importunado tres cortesanos, que quisieron entrometerse en mis asuntos, tuve que lidiar con ellos dando la vuelta a la conversación en cada oportunidad que se presentaba. ¿Entonces, de donde eres mi muchacho? Oh, usted sabe cómo es esto, uno viaja tanto ¿Y tus padres? Si, en realidad los tengo…dos de hecho ¿Que te trajo a Severen? Un coche la mayor parte del camino, pero camine también un poco, pienso que caminar está bien, es bueno para los pulmones, usted sabe. Y, ¿Que estás haciendo aquí? Disfrutando de una buena conversación por supuesto, conociendo gente interesante, Enserio, ¿Como quién? De, todo tipo, incluyéndolo a usted Lord, Praevek, es usted una persona fascinante…”

Etcétera, etcétera, no paso mucho tiempo antes de que el chismoso más tenaz, se cansara y se fuera.

Lo peor de todo, es que estos breves intercambios, serian la parte más interesante de mi día, si el Maer no enviaba por mí. Hasta el momento solo habíamos conversado, en un almuerzo ligero, tres veces mientras dábamos breves paseos por el jardín, y una vez tarde en la noche mientras las personas más sensibles permanecen en cama. Dos veces el mensajero de Alveron me despertó de mi profundo sueño antes que el cielo tomara el color azul del inicio del amanecer. Sé cuándo me están poniendo a prueba, Alveron quería ver si yo realmente estaba dispuesto a ponerme a su disposición en cualquier momento, ya fuera de día, o de noche, estaba viendo si me impacientaba o irritaba por su uso ocasional de mí.

Así que jugué su juego, fui encantador e infaliblemente educado, fui cuando me llamo y me fui tan pronto tuvo suficiente de mí. No hice preguntas impertinentes, no le hice ninguna petición, y pasaba el resto de mi día rechinando los dientes, paseando por mis amplias habitaciones y tratando de no pensar acerca de cuantos días tenía antes de que expirara la nota que tenía para el estuche de mi Laúd.

No es de extrañarse que un extraordinariamente débil golpe, hiciera que me abalanzara hacia la puerta, esperando que fuera una citación del Maer, pero en ese punto cualquier distracción era bienvenida.

Abrí la puerta, en donde se revelo ante mí un hombre mayor, un caballero enjuto hasta los huesos, sus ropas le daban cierta distinción, pero lo más importante era el hecho de que llevaba su riqueza con la cómoda indiferencia de quien ha nacido con ella. Verán, los nuevos y pretenciosos nobles y los ricos mercaderes, simplemente no pueden lucir de la misma manera. El sirviente de Alveron por ejemplo, tenía ropas más finas que la mitad de la nobleza, sin embargo pese a la confianza que poseía, solo lucia como un panadero que llevaba su mejor traje en un día de fiesta.

Gracias a los sastres de Alveron yo estaba vestido tan bien como cualquiera, con colores que me sentaban bien, verde hoja, negro y borgoña, con elaboraciones de plata en los puños y el cuello. Sin embargo, a diferencia de Stapes, yo lucia mis ropas con la facilidad informal de la nobleza. Ciertamente el brocado picaba, es cierto que los botones, las hebillas y el sinfín de capas de mi indumentaria eran rígidas e incomodas como las del traje de cuero de un mercenario, pero yo me adapte a él tan fácilmente como si fuera una segunda piel, en ese traje y en cómo me veía desarrolle mi papel como solo un miembro de la Troup lo puede hacer.

Como estaba diciendo, abrí la puerta y vi a caballero de avanzada edad de pie en el corredor.
“Así, que tú eres Kvothe, ¿verdad?”, el pregunto.

Asentí con mi cabeza ya que me habían tomado ligeramente fuera de lugar. La costumbre en el norte de Vintas era enviar a algún lacayo para concretar cualquier reunión, el mensajero lleva con él una nota y un anillo con el nombre del noble inscrito en el. Envías un anillo de oro cuando te vas a reunir con un noble de rango superior al tuyo, de plata para alguien que ostenta el mismo rango, y hierro para alguien con rango inferior, yo no tenía ningún grado por supuesto, ni títulos, ni tierras, ni familia, ni sangre noble, yo era un mal nacido, pero aquí nadie lo sabía. Todo el mundo asumía que el misterioso hombre del cabello rojo que pasaba el tiempo con Alveron era algún favorecido de la nobleza, y mi origen y posición eran temas muy debatidos. Lo realmente importante es que hasta el momento no había sido oficialmente presentado a la corte, realmente no tenía ningun titulo oficial. Por lo tanto los anillos que me enviaban eran de hierro, y no es usual rehusar una solicitud enviada con un anillo de hierro, a no ser que quieras ofender a tu superior, así que fue una rara sorpresa encontrar a este anciano caballero de pie fuera de mi puerta, obviamente un noble pero sin previo aviso y sin invitación.

“Puedes llamarme Bredon”, dijo mirándome a los ojos, “¿Sabes cómo Jugar TAK?”.

Negué con la cabeza, inseguro de que debía hacer.

Dio un pequeño suspiro decepcionado

“Pues bien, te puedo enseñar”.

El arrojo un saco de terciopelo negro hacia mí y yo lo tome con ambas manos, pude sentir como si estuviera lleno de pequeñas y lisas piedras.

Bredon hizo un gesto tras el y dos hombres jóvenes entraron afanosamente en mis habitaciones, llevando consigo una pequeña mesa, yo me hice a un lado fuera de su camino, y Bredon abrió la puerta a su paso.

“Pónganla junto a la ventana”.

Se dirigió a ellos señalándoles con su bastón.

“Y traigan unas sillas, pero no de las reclinables”.

En un instante todo estaba arreglado según sus órdenes, los dos sirvientes se fueron y Bredon se volvió hacia mí con una mirada de disculpa en su rostro.

“Espero que puedas perdonar la espectacular entrada de un anciano”.

“Por supuesto”, dije graciosamente,

“Por favor tome asiento” hice un gesto señalando la nueva mesa en mi ventana.

“Cuanto Aplomo”, se echó a reír apoyando su bastón contra el alfeizar de la ventana en donde la luz del sol se reflejó en la empuñadura de plata pulida con forma de cabeza de lobo gruñendo

Bredon era viejo, de ninguna manera un anciano, pero si de alguna forma me recordaba a lo que yo consideraba un abuelo, sus colores no eran de un tono absoluto, simplemente Gris Ceniza y carbón oscuro, su pelo y su barba eran del blanco más puro, cortados a la misma medida, haciendo que su rostro se enmarcara, y mientras estaba allí sentado viéndome con sus vivos ojos marrones que me hicieron recordar un búho.

Me senté frente a él mientras me preguntaba ociosamente de qué manera intentaría sonsacar información sobre mí, el, obviamente trajo un juego tal vez para tratar de que yo me abriera, eso sería un nuevo enfoque al menos.

El me sonrío, una sonrisa sincera la cual me vi devolviendo antes de darme cuenta de que lo estaba haciendo.

“Debes tener una colección de anillos para este momento” dijo.

Yo asentí con mi cabeza.

Se inclinó hacia delante con curiosidad “¿Pensarías que es terrible si te pido que me los dejes ver?”.

“Para nada”, me dirigí a la otra habitación y traje conmigo un puñado de anillos, poniéndolos encima de la mesa.

El los miro asintiendo con la cabeza para sí mismo.

“Has tenido que lidiar con nuestros mejores chismosos, Veston, Praevek y Temenlovy no han desperdiciado oportunidad.”.

Enmarco sus cejas al ver el nombre en otro anillo “Dos veces Praevek, y ninguno de ellos tiene una pizca de información sobre ti, ni siquiera un leve susurro”.

Bredon me miro “Eso me dice que estas manteniendo la lengua bien apretada entre tus dientes, y que eres muy bueno en eso, ten la seguridad de que no estoy aquí en un vano intento de entrometerme en tus secretos”.

No le creí del todo, pero era agradable de oír.
“Admito que es un alivio”, dije.
“Haciendo un paréntesis…”, el menciono casualmente.

“Te voy a decir que tradicionalmente los anillos se colocan en la puerta junto a la sala de estar, para mostrarlos como un símbolo de estatus”.

Yo no sabía eso, pero tampoco quería admitir que no estaba familiarizado con las costumbres de la corte local, ya que esto le haría saber que era o bien un extranjero o bien que no era de la nobleza.

“Realmente no hay ningún estatus en un puñado de hierro” dije despectivamente.

El conde Threpe me había explicado los conceptos básicos de los anillos antes de dejar Imre, pero él no era de Vintas y obviamente no conocía los detalles.

“Hay algo de verdad en eso”, dijo Bredon con facilidad,

“Pero tampoco es enteramente cierto, veras, los anillos de oro indican que los que están por debajo de ti, están trabajando para ganarse tus favores, los de plata indican una relación saludable con tus pares.”

El hizo una hilera con los anillos sobre la mesa.

“Sin embargo el hierro significa que tienes la atención de tus superiores, lo que indica que eres deseable”.

Yo asentí con la cabeza lentamente.

“Por supuesto”. Dije,

“Cualquier anillo que el Maer envíe será un anillo de hierro”.

Exactamente Asintió Bredon.

“Tener un anillo del Maer es una marca de gran favoritismo”.

Empujó los anillos hacia mí en la mesa de mármol pulido.

“Pero no hay ningún anillo aquí que realmente sea significativo”. Añadió el.

“Parece que no te son ajenas las políticas cortesanas”, señale.

Bredon cerró los ojos y asintió con su cabeza de una manera cansada.

“Estaba muy encariñado con esto cuando era joven, conseguir poder por cualquier medio, y todas esas cosas, pero ahora, no tengo ni las maquinaciones para avanzar, ni el gusto para realizar esas maniobras”.

Me miro de nuevo, directamente a los ojos.

“Tengo gustos simples ahora, Viajo, degusto vinos, tengo conversaciones con personas interesantes, incluso estoy aprendiendo a bailar”.

Sonrió gustosamente de nuevo y golpeo con sus nudillos en la mesa.

“Pero más que nada me gusta jugar al TAK, pero la mayoría de las personas no tienen ni el tiempo ni el ingenio para jugarlo apropiadamente”.

Levanto una ceja hacia mí.

Yo dude, uno podría suponer que una persona bien calificada en el sutil arte de la conversación podría utilizar largos tramos de charla ociosa para obtener información de una víctima inocente.

Bredon sonrió.

“Por los nombres en estos anillos te puedo decir que no he visto en ti otra cosa que los que ya han pasado por aquí han visto, que estas demasiado receloso de tus secretos sean cuales sean”.

Nuevamente se inclinó hacia delante.

“Los que se te han acercado son como las urracas que graznan y solapan a tu alrededor con la esperanza de arrebatarte algo brillante para llevarlo a casa con ellos”.

Entorno los ojos con desdén.

“Que hay de provechoso en esto, ¿algún tipo de elevación en su pequeño grupo de compañeros chismosos?”

Bredon pasó una mano por su barba blanca.

“Yo no soy una urraca, no necesito nada brillante, no me interesa lo que las malas lenguas hablen, yo, prefiero jugar un juego más sutil”.

Empezó a soltar el cordón que sujetaba la bolsa de terciopelo negro.

“Se, que eres un hombre ingenioso, también sé que el Maer no pierde su tiempo con tontos, sé que ya tienes la merced del Maer o que tienes posibilidades de obtener esa merced, Entonces, este es mi plan.”

Me dio una sonrisa de nuevo.

“¿Te gustaría escuchar mi plan?”.

Me encontré a mí mismo sonriendo sin querer como ya lo había hecho antes.

“Eso sería inusualmente amable de su parte” respondí

“Mi plan es insinuar mi favoritismo por ti ahora, y serte útil entreteniéndote con mi conversación para que pases el tiempo”.

En ese momento regó un grupo de piedras redondas sobre el tablero de mármol.

“Entonces cuando finalmente tu estrella finalmente se alce en el cielo del Maer, yo me encontraría a mí mismo contando con un amigo inesperadamente útil”.

Empezó a ordenar las piedras en sus diferentes colores.

“Y si tu estrella falla en levantarse, yo seré aún más rico por las partidas de TAK que jugaremos”

“También me imagino que no le hará nada de daño a tu reputación el pasar varias horas a solas conmigo” Mencione. “Teniendo en cuenta que las demás conversaciones que hasta el momento he sostenido han sido de cosas tan improductivas, probablemente no hayan pasado más del cuarto de hora”

“Hay algo de verdad en eso también”.

Dijo el mientras comenzó a disponer las piedras y sus curiosos ojos marrones me sonreían nuevamente

“Oh sí creo que voy a tener un poco de diversión jugando contigo”

***

Mis siguientes horas las invertí aprendiendo a jugar TAK, incluso si no hubiera estado casi loco del aburrimiento, lo hubiera disfrutado. El TAK es el mejor tipo de juego, simple en sus reglas, complejo en estrategia.

Bredon me venció fácilmente en las cinco partidas que jugamos, pero estoy orgullosos de decir que nunca me golpeo de la misma manera dos veces

Después del quinto juego se echó hacia atrás dando un suspiro de satisfacción.

“Este se aproximó mucho a lo que es un buen juego, tenías inteligentemente esta esquina”.

Movió los dedos en el borde del tablero

“No lo suficientemente inteligente” dije.

“Inteligente, no obstante, a lo que intentaste hacer se le llama la caída BROOKER, solo para que lo sepas”.

“Y cuál es el nombre de la maniobra con la que escapaste de ella” , pregunte.

“Yo la llamo defensa Bredon”. Dijo el sonriendo elegantemente.

“Pero le llamo así a cualquier maniobra que me saque de un aprieto tan inteligentemente montado”

Me eche a reír y comencé a separar las piedras.

“¿Otro Juego?”

Bredon Suspiro.

“¡Ay!, tengo una cita ineludible, no es necesario que salga a toda prisa por esa puerta, pero no tengo el tiempo suficiente para otro juego, no sería lo más apropiado”.

Me miro por encima con sus ojos marrones cuando empezó a guardar las piedras en la bolsa de terciopelo.

“No voy a insultarte preguntándote si estas familiarizado con las costumbres locales” Dijo Bredon.

“Sin embargo, pienso que podría darte algunos pequeños consejos generales, en la remota posibilidad de que pudieran llegar a serte de utilidad” Él me sonrió.

“Sería mejor que los escucharas, si te niegas revelarías tu desconocimiento de estas cosas”

“Por supuesto”, le dije con el rostro serio

Bredon abrió el cajón de la mesa y saco el puñado de anillos de hierro que había apartado para despejar nuestro tablero de juego.

“La presentación de los anillos es de gran importancia. Si están mezclados todos juntos en un recipiente por ejemplo, implica que te falta interés en los aspectos sociales de la corte. Él dispuso los anillos con los nombres grabados hacia mí.

“Presentados de esta forma, les muestras que estas orgulloso con sus conexiones” Me miro y sonrió.

“De cualquier manera un recién llegado suele dejarlos solos en la sala de estar con algún pretexto, esto te da oportunidad para que a través de husmear en tu colección puedan saciar su curiosidad”

Encogiéndose de hombros, Bredon empujo los anillos hacia mí.

“Por supuesto siempre puedes ofrecer devolver los anillos a sus propietarios”

Fue cuidadoso al no convertirlo en una pregunta.

“Por supuesto” Dije sinceramente. Threpe lo sabía.

“Es la cosa más cortes por hacer”.

El me miro, con sus ojos cafés como los de una lechuza desde la aureola de su cabello y barba blancos.

“¿Has usado alguno de ellos en público?”

Levante mis manos.

“Usar un anillo puede indicar una deuda, o que estas tratando de ganarte el favor de alguien”. El me miro. “Si el Maer se niega a tomar de vuelta su anillo, podría ser una señal de que el está dispuesto a hacer una conexión más formal”

“Y no llevar puesto su anillo sería visto como un desaire” le dije,

Bredon sonrio.

“Tal vez. Una cosa es mostrar un anillo en una sala de estar, pero otra muy distinta es llevarlo en tu mano, usar el anillo de alguien de más jerarquía puede ser visto como algo muy presuntuoso; además, si llevas el anillo de otro noble durante tu visita al Maer, lo podría tomar a mal, es algo como si alguien cazara furtivamente en su bosque.”

Él se reclino en su silla.

“Menciono estas cosas como puntos generales de conversación”, dijo.

“Pero sospecho que esta información es bien conocida por ti, y que tú eres muy cortes al dejar divagar a un viejo”

“Quizás todavía me estoy recuperando de una serie de apabullantes derrotas en el TAK”, le dije.

Hizo un gesto quitándole importancia a mi comentario, y me di cuenta de que no llevaba anillos en las manos.

“Lo aprendiste tan rápido, como un Barón aprende en un burdel, tal vez seas un desafío para mí en algo menos de un mes”.

“Espera y veras”, le dije.

“Te voy a vencer la próxima vez que juguemos”

Bredon rio entre dientes.

“Me gusta escuchar eso”.

Busco en sus bolsillos y saco una pequeña bolsa de terciopelo.

“También he traído un pequeño regalo”.

“No podría”, dije por reflejo. “Ya me has dado toda una tarde de entretenimiento”

“Por favor”. Dijo.

Poniendo la bolsa encima de la mesa.

“Debo insistir, son tuyos, sin compromisos, es un regalo, sin costo alguno”

Abrí la bolsa y tres anillos resonaron en la palma de mi mano, Oro, Plata y Hierro. Y cada uno tenía mi nombre grabado en el Metal. Kvothe.

“Escuche un rumor sobre tu equipaje perdido” Dijo Bredon.

“Y pensé que podrían serte de utilidad”, Sonrió

“Especialmente si deseas otro Juego de TAK”

Di vuelta a los anillos ociosamente en mi mano, preguntándome si el anillo de oro sería de oro sólido, o simplemente estaría enchapado

“¿Y que anillo debería enviar a mi nuevo conocido si deseara su compañía?”

“Bueno” dijo Bredon lentamente,

“Es complicado, por mi premura al irrumpir en tus aposentos, he olvidado hacer una presentación apropiada e informarte de mí rango y mi título”.

Sus ojos cafés miraron dentro de los míos seriamente

“Y sería de mala educación indagar sobre esos temas”

Dije lentamente, no muy seguro de a que estaba jugando.

El asintió.

“Entonces, por ahora, tú debes asumir que no tengo ni título ni rango, esto nos coloca en una curiosa situación: Tú no te presentaste con la corte, y yo mismo no me presente contigo, por lo tanto sería apropiado que me envíes un anillo de plata, si en el futuro, te gustaría compartir un almuerzo o amablemente perder otro juego de TAK.”

Di vueltas al anillo de plata entre mis dedos, si se lo enviaba correría el rumor de que estaba afirmando un rango igual al suyo, y no tenía idea de cuál era este, “¿Que diría la gente?”

Sus Ojos bailaron un Poco, “¿Que importa?”

Así que el día paso, el Maer me llamo para una conversación formal y las nobles urracas me enviaron sus cartas y anillos para reunirnos para un cortés y formal parloteo.

Bredon me ayudo impidiendo que mi enjaulado aburrimiento creciera. Al día siguiente le envié mi nuevo anillo de plata con una tarjeta que decía: “En su tiempo libre lo espero en mis aposentos.”, Cinco minutos después llego con su mesa de TAK y la bolsa de piedras, me devolvió el anillo y yo lo acepte tan amablemente cómo fue posible, no me hubiera importado que él lo conservara sin embargo sabía que solo tenía uno.

Nuestro quinto juego se vio interrumpido cuando fui convocado por el Maer con su anillo de hierro posado en la bandeja de plata pulida de su mensajero, di mis disculpas a Bredon y me apresure hacia los jardines.

Más tarde esa noche Bredon me envió su propio anillo de plata y una tarjeta que decía: “en tus habitaciones después de la cena”, escribí: “Encantado” en la tarjeta y la devolví.

Cuando llegó me ofrecí a devolvérselo, el declino la oferta cortésmente y lo puso junto al resto en el tazón junto a mi puerta, lo dejo allí para que todos lo vieran, plata brillante entre un puñado de hierro.

2 comentarios:

  1. Soy el anonimo 1 de ayer:
    yo tambien tengo 20 años asi que te entiendo aun mas y reconozco el gran trabajo que haces llevando esta iniciativa adelante
    Tenemos que entender que para nadie esto es un trabajo, esto es un hobby que no debe significar ninguna reponsabilidad firme ya que que se hace por gusto y con el unico fin de compartir lo que solo algunos de habla española habian conseguido asi que menos reproches y mas gracias a la responsable de esto =)

    PD: no se como poner mi nombre al comentario jaja
    i que te entiendo aun mas y reconozco el gran trabajo que haces llevando esta iniciativa adelante
    Tenemos que entender que para nadie esto es un trabajo, esto es un hobby que no debe significar ninguna reponsabilidad firme ya que que se hace por gusto y con el unico fin de compartir lo que solo algunos de habla española habian conseguido asi que menos reproches y mas gracias a la responsable de esto =)

    PD: no se como poner mi nombre al comentario jaja

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  2. Estás de broma, es tan sencillo como escribirlo así: Juan, Pedro, o lo que sea al final de tu comentario... Hay algo mal en tu cabeza chico, o sólo te estás tomando realmente la molestia de cargar a gente que sólo tiene la mejor de las vibras.

    Jorge.

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