domingo, 11 de septiembre de 2011

Capítulo 60

Hola!!! Bueno ya aquí esta el capítulo traducido por lynda! Me lo mando ayer pero no lo vi por que no estaba, ella se esforzó muchísimo por traducirlo por que aun sigue enferma, espero que lo disfruten mucho :) Están ocupando mi compu ahorita así que no podía revisar y subirlo >_< pero encontré la forma!! Wuuu!! Ahora tengo un procesador de textos en mi iPod :D así desde aquí ando subiendolo jeje, estas maravillas tecnológicas.

Capítulo 60 
Herramienta de Sabiduría   

Los ojos del Maer se agrandaron ante mis palabras y luego se redujeron de nuevo. Incluso en medio de su enfermedad, el ingenio de Alveron era fuerte—. Hiciste bien en hablar tan de cerca y suave. —dijo—. Estás pisando un terreno peligroso. Pero habla, te escucharé.
—Su merced, sospecho que Threpe no mencionó en su carta que soy un estudiante de la Universidad así como músico.
Los ojos del Maer no mostraron reconocimiento, —¿Cuál Universidad?  preguntó.
—La universidad, su merced. —dije. —Soy un miembro del Arcano.
Alveron frunció el ceño. —Eres demasiado joven para hacer tal afirmación, ¿Y por qué Threpe dejo de mencionar eso?
—Usted no buscaba un arcanista, su merced. Y hay un cierto estigma unido a ese tipo de estudios aquí tan al este. —Era lo más cercano que podría llegar hablando con la verdad: que los Vinticos son supersticiosos hasta el punto de la idiotez.
El Maer parpadeó lentamente, endureciendo su expresión. —Muy bien, —dijo. —Realiza algún trabajo de magia si eres lo que dices.
—Sólo soy un arcanista en formación, su merced. Pero si a usted le gustaría ver un poco de magia…—Miré a las tres lámparas de las paredes, me lamí los dedos, me concentré y pellizqué la mecha de la vela que estaba en su mesita de noche.
La habitación se oscureció y escuché su sobresaltada inspiración. Saqué mi anillo de plata y un momento después comenzó a brillar con una luz azul plateada. Mis manos se enfriaron, ya que no tenía otra fuente de calor que mi propio cuerpo.
—Está bien, —dijo el Maer. Si estaba nervioso, no había ningún indicio de ello en su voz.
Cruce la habitación y abrí las ventanas cerradas. La luz del sol inundó la habitación. Había un brote de flores selas, el trino de pájaros. —Siempre he encontrado que tomar un poco de aire es bueno para los problemas del cuerpo, aunque otros no estén de acuerdo. —Le sonreí.
El no respondió —Sí, sí. Eres muy inteligente. Ven aquí y siéntate. —Así lo hice, ocupando una silla cerca de su cama—. Ahora explícate.
—Le dije a Caudicus que estaba compilando una colección de historias de las casas nobles, —dije. —Una buena excusa, ya que también explica porque he estado pasando tiempo con usted.
La expresión del Maer seguía siendo sombría. Vi el dolor borroso en sus ojos como una nube que pasa por delante del sol. —La prueba de que eres un mentiroso hábil no permite ganarte mi confianza. —Un nudo frio comenzó a formarse en mi estómago. Yo había asumido que el Maer podría aceptar la verdad con más facilidad que esto.
—Así es, su merced. Yo le mentí a él y le estoy diciendo la verdad a usted. Ya que pensó que no era más que un ocioso señor inmaduro, me permitió verlo mientras hacia su medicina. —Levanté el frasco de color ámbar. La luz del sol se dispersó en un arco iris de cristal.
Alveron permaneció impasible. Sus ojos normalmente claros empañados con la confusión y el dolor. —Te pido una prueba y me cuentas una historia. Caudicus ha sido un fiel siervo por una docena de años. Sin embargo, consideraré lo que tú has dicho. —Su tono implicaba que podría ser breve, poco amable reflexión. Me tendió una mano por el frasco.
Sentí una pequeña llama de ira comenzar a crecer dentro de mí. Esto ayudó a aliviar el helado miedo instalándose en el estómago. —¿Su merced quiere pruebas?
—¡Quiero mi medicina! —espetó. —Y quiero dormir. Por favor has...
—Su merced, puedo… —¿Cómo te atreves a interrumpirme? —Alveron luchó para sentarse erguido en su cama, su voz furiosa. —¡Vas demasiado lejos! Vete ahora y puedo aun considerar retener tus servicios. —Estaba temblando de rabia, su mano aún intentando alcanzar el frasco. Hubo un momento de silencio. Le tendí el frasco, pero antes de que pudiera cogerlo, dije. —Usted ha vomitado recientemente. Era lechoso y blanco. La tensión en la sala se levantó bruscamente, pero el Maer se quedó inmóvil cuando oyó lo que dije. —Su lengua se siente gruesa y pesada. Su boca esta seca y llena de un extraño, sabor fuerte. Ha tenido necesidad de dulces, de azúcar. Se despierta en la noche y descubre que no puede moverse, no puede hablar. Le ocurren parálisis, con cólicos y pánico irracional. Mientras hablaba la mano del Maer poco a poco se alejó del frasco, su expresión no era furiosa ni enojada. Sus ojos parecían inseguros, casi asustado, pero se hicieron claros una vez más, como si el miedo hubiera despertado alguna precaución dormida. —Caudicus te lo dijo, —dijo el Maer, pero sonaba lejos de estar seguro.
—¿Podría Caudicus discutir los detalles de su enfermedad con un extraño? —Le pregunté con intención. —Mi preocupación es por su vida, su merced. Si he de quebrantar el decoro para salvarlo, lo haré. Deme dos minutos para hablar y le daré una prueba.
Alveron asintió lentamente.
—No voy a decir que se exactamente de qué se trata esto. —hice un gesto con el frasco. —Pero la mayoría de la intoxicación es plomo. Eso explica el dolor en los músculos y las vísceras. Los vómitos y las parálisis. —Yo no he tenido parálisis.
—Hmmmm, —lo miré con un ojo crítico. —Eso es suerte. Pero hay algo más que simple plomo aquí, Supongo que esto contiene un buena cantidad de ópalo, lo cual no exactamente un veneno.
—¿Qué es entonces?
—Es más una medicina o una droga. —¿Qué es eso entonces? —espetó. —¿Veneno o medicina?
—¿Ha su merced tomado alguna vez láudano?
—Una vez cuando era más joven, para ayudarme a dormir por el dolor de una pierna rota. —El ópalo es una droga similar, pero generalmente se evita, ya que es altamente adictiva. —Hice una pausa—. También se le llama resina denner.
El Maer palideció a esto y en ese momento sus ojos se abrieron perfectamente claros. Todo el mundo sabe sobre los comedores-dulces.
—Sospecho que él añade esto porque usted ha estado tomando irregularmente su medicina, dije. —El ópalo podría hacer que lo anhele y aliviarle el dolor al mismo tiempo. Podría también causar su deseo de azúcar, sus sudoraciones y los extraños sueños que ha estado teniendo. ¿Qué otra cosa puso él aquí? —reflexione para mi—. Probablemente stitchroot o Mannun para evitar demasiados vómitos. Inteligente. Horrible e inteligente.
—No es tan inteligente. —El Maer dio una sonrisa rígida. —El no pudo matarme.
Dudé, pero luego decidí decir la verdad. —Matarlo habría sido sencillo, su merced. Fácilmente podría disolver en este frasco suficiente plomo para matarlo. —Lo acerqué a la luz. —Conseguir hacerlo lo suficiente para hacer que usted se enferme sin matarlo o paralizarlo, esa es la dificultad.
—¿Por qué? ¿Por qué me envenena si no me quiere matar?
—Su merced podría tener mejor suerte resolviendo ese enigma. Usted sabe más sobre la política involucrada.
—¿Por qué envenenarme en absoluto? —El Maer sonaba realmente perplejo—. Le pago generosamente. Es un miembro de la corte en alta estima. Tiene la libertad de ejercer sus propios proyectos y viajar cuando desee. ¿Por qué ahora? —Sacudió la cabeza, —Te digo que esto no tiene sentido.
—¿Dinero? —sugerí. —Dicen que todo hombre tiene un precio. El Maer continúo sacudiendo la cabeza.
Luego me miró de repente. —No. Acabo de recordar. Me enfermé mucho antes de que Caudicus comenzara a tratarme. —Se detuvo a pensar. —Sí, es cierto. Me acerqué a él para ver si podía tratar mi enfermedad. Los síntomas que mencionas no aparecieron hasta meses después de comenzar a tratarme. No podría estar haciendo esto.
—El plomo trabaja lentamente en pequeñas dosis, su merced. Si él fuera a envenenarlo, el difícilmente querría que vomitará sangre diez minutos después de tomar su medicina. —De repente recordé con quien estaba hablando. —Estuvo mal decir eso, su merced. Me disculpo.
El asintió con la cabeza en rígida aceptación. —Demasiado de lo que dices está demasiado cerca de un indicio para ignorarlo. Aun así, no puedo creer que Caudicus haría tal cosa. —Pero podemos ponerlo a prueba, su merced.
Me miró. —¿Cómo es eso? —Ordene que le traigan una media docena de pájaros a sus habitaciones. Colibríes serían ideales.
—¿Colibríes?
—Pequeños, cosas brillantes, amarillos y rojos, —Estiré mis dedos hasta dos pulgadas de distancia. —Hay en abundancia en sus jardines. Beben el néctar de sus flores selas.
—Oh. Nosotros lo llamamos revoloteadores.
—Mezclemos el medicamento con su néctar y veamos qué ocurre. Su expresión se tornó sombría. —Si el plomo funciona lentamente, como dices, esto podría llevar meses. No voy a estar sin mi medicina durante meses por un escaso sustento a una fantasía tuya. —Vi su ardiente temperamento cerca de la superficie de su voz.
—Ellos pesan mucho menos que usted, su merced y sus metabolismos son mucho más rápidos. Los resultados se verán en un día o dos a lo sumo. —Espero. 
Pareció considerar esto. —Muy bien. —dijo, levantando una campana de su mesita de noche.
Hablé rápidamente antes de que pudiera hacerla sonar, —¿Podría pedirle a su merced que invente una razón por la cual necesite estas aves?
—He conocido a Stapes de siempre, —dijo el Maer con firmeza, sus ojos claros y nítidos como no los había visto nunca. —Confío en él con mis tierras, mi caja de seguridad y mi vida. No quiero escuchar nunca algo que implique que él no es completamente confiable. —Había una creencia inquebrantable en su voz. Bajé mis ojos. —Sí, su merced.
Tocó la campana y en apenas dos segundos el corpulento criado abrió la puerta. —¿Si señor?
—Stapes, extraño ser capaz de caminar por los jardines. ¿Podrías encontrarme una media docena de revoloteadores?
—¿Revoloteadores, señor?
—Sí, —el Maer lo dijo como si estuviera ordenando el almuerzo.
—Son cosas bonitas. Creo que el sonido de ellos me ayudará a dormir.
—Veré lo que puedo hacer, señor —Antes de cerrar la puerta, Stapes me frunció el ceño. Después de que la puerta estuviera cerrada, mire al Maer. ¿Puedo preguntar por qué su merced?
—Para ahorrarle la necesidad de la mentira. Él no tiene el don para ello. Y hay sabiduría en lo que dijiste. La precaución es siempre una herramienta de la sabiduría. —Vi una fina capa de sudor cubriendo su rostro. —Si estoy en lo correcto, su merced, esta noche será difícil para usted. —Todas mis noches son difíciles últimamente, —dijo con amargura. —¿Qué haría está peor que las anteriores? —El ópalo, su merced. Su cuerpo está deseándolo. En dos días debería pasar la peor parte, pero hasta entonces usted podría estar en considerable… incomodidad.
—Habla claramente.
—Habrá dolor de mandíbula y cabeza, sudoración, nauseas, calambres y espasmos, especialmente en sus piernas y la espalda baja. Puede perder el control de sus intestinos y habrá periodos alternados de intensa sed y vómitos. —Mire hacia abajo a mis manos—. Lo siento, su merced.
La expresión de Alveron era bastante preocupada para el final de mi descripción, pero el asintió amablemente. —Prefiero saberlo.
—Hay algunas cosas que lo harían un poco más tolerable, su merced. Se animó un poco. —¿Cómo cuál?
—Láudano por ejemplo. Sólo un poco, para llevar más fácil la necesidad de su cuerpo. Y algunas otras cosas. Sus nombres no son importantes. Los puedo mezclar en un té para usted. Otro problema es que aún tiene una buena cantidad de plomo en su cuerpo que no desaparecerá por sí sólo. —Esto pareció alarmarlo más que cualquier otra cosa que dijera antes—. ¿No pasa simplemente?
Negué con la cabeza. —Los metales son tóxicos insidiosos. Quedan atrapados en su cuerpo. Sólo con una gran esfuerzo podemos extraer el plomo fuera de usted.
El Maer frunció el ceño. —Malditas y molestas. Odio las sanguijuelas.
—Una forma de hablar, su merced. Sólo los imbéciles y los necios usan sanguijuelas en los días de esta era. El plomo necesita ser retirado de su cuerpo. —Pensé en decirle la verdad, que era probable que nunca se fuera del todo, pero decidí mantener ese parte de la información para mí mismo.
—¿Puedes hacerlo?
Pensé por un largo momento. —Soy probablemente su mejor opción, su merced. Estamos muy lejos de la Universidad. Y apuesto a que ni uno de cada diez médicos que hay aquí haya tenido una respetable formación y no sé quién de ellos podría conocer a Caudicus. —Pensé por un momento más largo luego sacudí mi cabeza—. Puedo pensar en unas cincuenta personas más adecuadas para este trabajo, pero están a cientos de millas de distancia.
—Agradezco tu honestidad.
—La mayoría de lo que necesito puedo encontrarlo en Severen Baja. Sin embargo… —Me calle, esperando que el Maer entendiera lo que quería decir y me salvara de la vergüenza de pedir dinero. Me miró sin comprender. —¿Sin embargo?
—Necesito dinero, su merced. Las cosas que usted necesitará no son fáciles de conseguir.
—Oh, por supuesto. —Sacó una bolsa de monedas y me la pasó. Estaba un poco sorprendido al encontrar que el Maer tenía al menos una bolsa bien provista al alcance de la mano en su cama. Espontáneamente, recordé mi diatriba a un sastre en Tarbean años atrás. ¿Qué le había dicho? ¿Un caballero nunca está lejos de su bolsa? Luché contra un inapropiado ataque de risa. Stapes regresó poco después. En una muestra sorprendente de ingenio, trajo una docena de Colibríes en una jaula con ruedas del tamaño de un armario.
—Mi palabra, Stapes, — exclamó el Maer cuando su sirviente rodó la jaula de fina red a través de la puerta—. Te has superado.
—¿Dónde sería más apropiado, señor?
—Sólo déjanos por ahora. Tendré a Kvothe para moverlo por mí.
Stapes parecía un poco herido. —No es problema.
—Sé que estarías encantado. Pero esperaba que me trajeras una jarra de jugo de manzana en su lugar. Creo que puede sentar mi estómago.
—Desde luego. —Se apresuró de nuevo, cerrando la puerta detrás de él.
Tan pronto como se cerró, me trasladé hacia jaula. Las aves como gemas se precipitaron de una pecha tras otra a una velocidad de imágenes borrosas. —Cosas bonitas, —escuche al Maer susurrar—. Yo estaba fascinado con ellas cuando era un niño. Recuerdo pensando cuan maravilloso debiera ser no comer nada más que azúcar todo el día.
Había tres alimentadores conectados a la parte exterior de la jaula, los tubos de vidrios llenos de agua con azúcar. Dos de ellos tenían picos con forma de diminutas flores selas, mientras el tercero era un estilizado lirio. La mascota perfecta para la nobleza. ¿Quién más podría alimentar a su mascota con azúcar todos los días?
Desenrosque la parte superior de los alimentadores y vertí un tercio de la medicina del Maer en cada uno. Le tendí el frasco vacío a Alveron. —¿Qué es lo que normalmente hace con estos?
Él lo colocó sobre la mesa cerca de su cama. Miré la jaula hasta que vi volar a las aves hacia un alimentador y beber. —Si le dice a Stapes que desea darles de comer usted mismo, ¿impedirá que se entrometa con su comida?
—Sí, Él siempre hace exactamente lo que le digo.
—Bien. Dejé escurrir los alimentadores antes de rellenarlos. Recibirán una dosis mayor de esta manera y veremos los resultados más rápidamente. ¿Dónde quiere que ponga la jaula?
Miró alrededor de la habitación, sus ojos se movían lentamente. —Al lado de la cómoda en la sala de estar, —dijo finalmente. —Debería ser capaz de ver la jaula desde aquí.
Con mucho cuidado rodé la jaula a la habitación de al lado, cuando regresé me encontré con Stapes vertiéndole al Maer jugo de manzana en un vaso. Le hice una reverencia a Alveron. —con su permiso, su merced. —El hizo un gesto de despedida.
—Stapes, Kvothe regresará esta tarde. Déjalo entrar, incluso si estoy durmiendo.
Stapes asintió rígidamente con la cabeza y me dio otra mirada de desaprobación.
—Puede que me traiga unas pocas cosas también. Por favor no menciones esto a nadie.
—Si hay algo que usted requiera…
Alveron dio una sonrisa cansada. —Sé que tu podrías, Stapes. Simplemente estoy poniendo al niño a trabajar. Prefiero tenerte a mano. —Alveron le dio unas palmaditas en el brazo a su sirviente y Stapes pareció apaciguarse. Salí.  

***   

Mi viaje a la baja Severen tomó unas horas más de lo necesario. A pesar de que estaba irritado por la demora, esto era necesario. Mientras caminaba por las calles, vislumbrada gente merodeando detrás de mí.
No me sorprendí. Por lo que había visto de la naturaleza impulsadora de rumores de la corte del Maer, esperaba que tuvieran un empleado o dos viéndome hacer los mandados en Severen Baja. Como he dicho, la corte del Maer estaba bastante curiosa sobre mí por el momento y no tienes idea de lo que la nobleza muy aburrida haría para inmiscuir su nariz en los asuntos de otras personas.
Mientras los rumores no eran de mi interés para mí, sus efectos podrían ser catastróficos. Si Caudicus oía que yo andaba de compras por los boticas después de visitar al Maer, ¿Qué medidas tomaría? Cualquiera que estuviera dispuesto a envenenar al Maer no dudaría en apagarme como una vela.
Por lo tanto, para no levantar sospechas, lo primero que hice cuando llegue a Severen Baja fue comprar la cena. Buen, guiso caliente y pan duro. Estaba harto de la comida elegante que era leche tibia para el tiempo que llegaba a mis habitaciones.
Luego compré dos botellas de mi bebida preferida, la que normalmente tomo con brandy. Luego pase una relajante media hora viendo una pequeña troupe viajera realizar el final de El Fantasma y la Chica Ganso en la esquina de una calle. No eran Edena Ruh, pero hicieron un buen trabajo de ello. La bolsa del Maer fue generosa con ellos cuando pasaron el sombrero.
Finalmente encontré mi camino a una botica bien surtida. Compré varias cosas de una manera nerviosa, al azar. Después de que tenía todo lo necesario y algunas cosas que no lo eran, hice torpemente averiguaciones con el propietario acerca de que puede hacer un hombre si estuviera… teniendo ciertos problemas… en el dormitorio.
El químico asintió con seriedad y me recomendó cosas con una cara totalmente seria. Compré un poco de cada una y luego hice el torpe intento de amenazar y sobornarlo en silencio. En el momento en que finalmente lo deje, él estaba insultado y profundamente irritado. Si alguien le preguntaba, él no tardaría en contar la historia de un rudo caballero interesado en curar la impotencia. No era algo que estaba dispuesto a agregar a mi reputación, pero al menos no habría ninguna historia llegándole a Caudicus sobre mi comprando láudano, deadnetlle, bitefew y otro fármacos igual de sospechosos.
Por último, compré mi laúd de vuelta con un día entero de sobra. Estuve a punto de vaciar la bolsa del Maer, pero era mi misión final. El sol se estaba poniendo en el momento que hice mi camino de regreso a pie a la Pendiente.
Había solo un puñado de opciones para hacer tu camino entre Severen Alta y Severen Baja. Los más comunes eran las estrechas escaleras que iban de ida y vuelta hasta encontrarse en la Pendiente. Estaban viejas, en ruinas y estrechas en algunos lugares, pero era gratis y por lo tanto, la opción habitual para la gente común que vivía en Severen Baja.
Para aquellos que no le gustaba la idea de subir doscientos metros de estrechas escaleras, había otras opciones. El montacargas que era ejecutado por un par de ex-estudiantes de la Universidad. No eran arcanistas al completo, pero eran hombres inteligentes que sabían suficiente simpatía e ingeniería para manejar la tarea mas mundana de transportar carros y caballos arriba y abajo de la Pendiente en una plataforma de madera.
Para los pasajeros, el transporte costaba un penique subir y bajar un céntimo, aunque de vez en cuando había que esperar que algún comerciante terminara de cargar o descargar sus mercancías antes de que el ascensor pudiera hacer su viaje.
La nobleza no hacía uso de los transportadores. Los vinticos supersticiosos de todas las cosas que de forma remotamente eran arcanas, tomaban los elevadores de caballos. Estos estaban elaborados por un equipo de veinte caballos enganchados a una compleja serie de poleas. Esto significaba que se elevaba un poco más rápido y un costaba un octavo de plata subirse. Lo mejor de todo, cada mes algún lord menor borracho caía a su muerte desde ellos. Añadiéndole popularidad, mostrando el mejoramiento de la clientela.
Puesto que el dinero en mi bolsa no era mío, decidí usar los elevadores de caballos.
Me uní a los cuatro caballeros y una dama que ya estaban en la fila, esperando que el elevador bajara, luego entregue mi penique de plata y subí a bordo.
No era más que una caja abierta por un lado con una barra de lado alrededor, Gruesas cuerdas de cáñamo conectaban las esquinas, dándole cierta estabilidad, pero cualquier movimiento extremo hacía que se balanceara de la manera más inquietante. Un niño vestido elegante subía y bajaba con cada carga de pasajeros, abría la puerta y señalaba a los conductores de caballo en la parte superior para que comenzaran a tirar.
Es costumbre de la nobleza ponerse de espalda a Severen cuando subían a los elevadores. No se sorprendían como la gente común lo hacía. No me preocupa lo que los nobles pensaran de mí, yo estaba  en el frente del carril. Mi estomago hacia cosas raras cuando se levantó del suelo. Vi a Severen extenderse a sus pies. Era una ciudad antigua y orgullosa. El alto muro de piedra circular que hablaba de largos y difíciles tiempos pasados. Decía mucho del Maer que incluso en tiempos de paz mantenía las fortificaciones mantenidas en excelente estado. Las tres puertas estaban vigiladas y se cerraban a la puesta del sol todas las noches.
Cuando el elevador continúo pude ver las diferentes secciones de Severen tan claramente como si estuviera mirando un mapa. Había un vecindario rico, espacioso con jardines y parques, todos los edificios de ladrillos y piedras antiguas. Había un barrio pobre, calles estrechas y retorcidas, donde todos los tejados eran de madera y alquitrán. Al pie del acantilado, una cicatriz negra marcaba donde un fuego había reducido la ciudad en algún  momento del pasado, dejando poco más que los cimientos de los edificios calcinados. Muy pronto el viaje había terminado. Deje que las otras personas bajaran primero y me apoye en la barandilla, mirando a la ciudad a lo lejos.
—¿Señor? —el chico quien subía en el elevador débilmente. —Todos salen.
Me volví, bajé del ascensor y vi a Denna de pie al frente de la fila.
Antes de que tuviera tempo para hacer otra cosa que mirar con asombro, ella giró y encontró mis ojos. Su rostro se iluminó. Grito mi nombre, corrió hacia mí y se encontraba en mis brazos antes de que supiera lo que estaba sucediendo. La rodeé con mis brazos y apoye la mejilla contra su oreja. Nos reunimos con facilidad, como su fuéramos bailarines. Como si hubiéramos practicado una y mil veces. Ella era cálida y suave.
—¿Qué estás haciendo aquí? —pregunto. Su corazón latía emocionado contra mi pecho. Me quedé sin palabras cuando ella se alejó de mí. Solo entonces me di cuenta de un antiguo hematoma amarillo desvanecidose en lo alto de la mejilla. Aun así, ella era la cosa más hermosa que había visto en dos meses y miles de millas.
—¿Qué estás haciendo aquí? —le pregunté. Ella rio con su risa de plata y llegó a tocar mi brazo. Luego sus ojos se pasaron sobre mi hombro y cambio su rostro. —¡Espera! —grito al chico que estaba cerrando la puerta del elevador.
—Tengo que tomar este o llegaré tarde, —dijo ella, con la cara de sentidas disculpas cuando paso delante de mi hacia el elevador. —Ven a verme.
El chico cerró la puerta detrás de ella y mi corazón cayo cuando el elevador comenzó a perderse de vista. —¿Dónde debería buscar? —Di un paso al borde de la Pendiente, viéndola bajar.
Ella estaba mirando hacia arriba, su rostro blanco en la oscuridad, su cabello una sombra en la noche. —La segunda calle al norte de la principal: Calle Tinnery.
Las sombras se la llevaron y de repente me quede solo. Me detuve, el olor de ella aun estaba en el aire a mi alrededor, su calidez desvaneciéndose en mis manos. Aun podía sentir el retumbar se su corazón, como un pájaro enjaulado contra mi pecho.

21 comentarios:

  1. Primeramente saludos a Lynda. Gracias por darme la oportunidad de disfrutar de este libro y hacerme la espera de su lanzamiento oficial más llevadera. Espero que te mejores pronto.

    Su Chan, de verdad gracias por el esfuerzo de encontrar una forma alternativa de subir el capítulo al blog. Pero se ve que no se ha interpretado la diferenciación de párrafos y se ve todo el texto junto. Es bastante caótico leerlo así xD

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  2. Su muchísimas gracias por todo el esfuerzo que os está llevando esto.
    gracias a tod@s vosotros estoy cada día más enganchado a este libro, no me da llegado el momento de poder disponer de él para volver a releerlo

    Sois un@s fenómen@s

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  3. muchas gracias que buen final de capitulo

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  4. WOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

    Eee...es..pero... c.c.coon..ansias......e.el siguiente capítulo.... n_______________n

    Infinitas gracias a Suchan por las maravillosas noches de lectura que me hizo posibles.

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  5. Muchas gracias por este nuevo capitulo, me siento como un adicto a la resina la cual le sueltan de a pocos, realmente fue un giro final que no esperaba.
    Muchas gracias por su gran labor.

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  6. Hola Su, muchas gracias por subir el capitulo, por lo de el primer comentario, que menciona que es caótico leer el capitulo así, si bien es cierto que salió todo en un párrafo, agradezco mucho el esfuerzo y el entusiasmo que realizas, yo también por lo general leo en mi iPad y no me molesto para nada la lectura así, ademas si lo pasas a la aplicación de notas, se puede modificar los espacios y eso a la manera que a uno mas le plazca, yo en realidad no lo hago y leo tal como tu subes los capítulos, es un capitulo muy entretenido, muestra la genialidad y el carisma del protagonista, me encanto, haces un trabajo buenísimo y tomas responsabilidad por el proyecto, así que el caos depende de los ojos de cada persona, y aprecio mucho que heches mano de los recursos disponibles tecnológicos y demás, para mantenernos en la lectura. Gracias.

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  7. Jejeje en realidad si era bastante caotico :P pero como lo revise en mi ipod no me di ni cuenta n__n

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  8. me encanta como lynda pone los guines, kero aprender a hacer eso >.<

    su, ke editor usas en el ipod???? yo he buscado pero no he pillado

    Arispell

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  9. Su suban pronto el cap. 61 porfavooooor reventaré de la emoción xD

    Denuevo muchas gracias por la oportunidad de disfrutar este maravillosa obra, ánimo chicos !

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  10. Jajajaja. Más de una semana. buen trabajo Suchan, como he dicho en anteriores comentarios, hacen perfectamente tu trabajo. Eso de no cumplir lo que te comprometes a hacer parece que va contigo. En fin, habiendo como hay tantos traductores me parece una mala gestión por tu parte que dejes pasar todo este tiempo antes de poner solucion. Creo que al tercer día de no tener noticias del traductor en cuestión iría siendo hora de buscar otro no? en traducir un capitulo no se tardan mas de 2 horas, y han pasado 192 desde el último... A esto lo llamo yo compromiso jajajaja... En fin, gracias por nada.

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  11. Respecto al anonimo anterior...

    No entiendo como te puedes quejar de alguien que hace algo para personas a las que ni conoce y ademas lo hace gratis y sin pedir nada a cambio. A mi me daria vergüenza tener tu mentalidad y tu actitud. Todo lo que tienes que hacer si no te gusta como lo hace Suchan es, o te lees el libro en ingles o te esperas a la traduccion oficial.

    bocks.

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  12. Totalmente de acuerdo... lastima que bajo el anonimato atacas un buen proyecto, y por ultimo si solo te demoras dos horas treduciendo un capitulo, ¿Por que no tradujiste los 96 capitulos (el calculo de 192 horas / 2 horas por capitulo), viendo que nadie estaba traduciendo?
    Todo el mundo puede criticar, eso es muy facil...
    bla, bla, bla... gracias por nada...
    vez que yo tb puedo XD
    Pero ponerse al pie del cañon y traduccir (acciones no palabras), eso es lo que realmente vale..!!
    Me molestan esas actitudes. ò_ó
    Tambien es culpa de todos nosotros prestarte atencion, lo mejor es dejarte hablar... al fin y al cabo es solo 1 el que se queja (detras del anonimato).

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  13. Anónimo uno (llamadme Santiago si eso os place)19 de septiembre de 2011, 12:29

    Jajajaja parece que no teneis mejor argumento que atacar mi anonimato. ¿Y, qué cambiaría de mis comentarios si digo que me llamo Santiago, o Roberto, o Lourdes? En fin, os compadezco, entiendo que es algo dificil de defender. Sin embargo, no teneis razon. Y seguís sin contestar a lo siguiente: ¿Qué es exactamente lo que hay que agradecer a alguien que no cumple lo que apalabra? ¿Por qué debemos dar las gracias al patrón de un barco que se hunde por su culpa? No se si mis metáforas son suficientemente aclaradoras. Le daría a Suchan mil gracias si llevara a cabo aquello a lo que ella misma se ha comprometido. Y respecto a lo de la traducción... Si digo que se tardan dos horas, es porque he traducido yo capitulos. Y respecto a lo de: "Por que no tradujiste los 96 capitulos"... Agradezco la preocupación, pero no te molestes en preocuparte, mi lectura va bastante avanzada respecto a esta página. Solo me divierte ver como los borregos adoran al pastor que los maltrata.

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  14. Anónimo 1, Santiago o el pobre tonto que no tiene más que hacer que decir que va adelantado en la lectura y quejarse, si quiere hacer algo decente por estos "borregos" según sus propias palabras, ayúdenos con unos capítulos o simplemente desaparezca de esta pagina.
    Una ultima cosa déjenos adorar a la pastorcita Suncahn.

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  15. Anónimo multinominal19 de septiembre de 2011, 15:05

    Todos ustedes no hacen más que cacarear. Pero haganme reir y digan que está bien, y que esto es lo que ella dijo que haría (un capítulo por día). Van 9 días de retraso. El capítulo, según el nuevo sistema que ella misma impuso, debía estar para unos dias antes de la fecha en que debía ser publicado. Eso fue una buena idea, +1 para Suchan. Y si el traductor no dió noticias de vida, no es culpa de Suchan, eso tampoco lo niego. Pero vean... lo que yo quiero decir es que han pasado ya casi dos semana. Dos semanas. Y hay nada menos que 20 traductores. De modo que si el capítulo no fue corregido para la fecha, como digo, no fue culpa de Suchan, pero en alrededor de 3 días (como ha pasado otras veces) creo humildemente que da tiempo a encontrar un traductor que esté dispuesto a hacer una traducción de emergencia, que los hay. A parte que han pasado dos semanas, Suchan ni siquiera da señales de vida, y eso SI es culpa suya, por muy veinteañera que sea. Que una fiesta no dura 10 días, cojones.

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  16. Jajajaja...
    qué bien..!! Tienes neuronas (te percataste que escribí 2 veces "anonimato" y ya crees que es mi único argumento).
    Ubícate amigo (como quiera que te llames), o aportas algo positivo o no aportes nada...
    Y si esto es lo único que te hace feliz (criticar, quejarte, etc., etc...) que pena...
    Búscate una ocupación, otra diferente a estar serruchando el piso de Su.
    Ella al igual que todos nosotros también tiene una vida a parte de la PC, a parte del Blog.
    Este "retraso" ya tenía que suceder... Los traductores también necesitan un descanso.
    Pero lamentablemente en todo “rebaño” siempre hay una oveja negra...
    Manzana podrida, o como sea que mejor lo proceses...
    ...
    Desde ahora me abstendré de comentar...

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  17. Troll detectado. Su Chan, ¿podrías hacer limpieza de comentarios? estos últimos no tienen nada que ver con la historia del libro solo son ataques gratuitos entre personas.

    PD: Borra este también. Saludos.

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  18. Anónimo descojonado20 de septiembre de 2011, 6:34

    Pobre marce, no sabe mejor forma de defenderse que recurrir al manido insulto. En fin, comprendo sus limitaciones :)

    Por lo demás... "o aportas algo positivo o no aportes nada..." En fin, esto me dejó simplemente sin palabras. Que pasa, ¿la verdad duele? Pues lo siento, pero la verdad está ahí, por mucho que os cueste verla. Y Galileo, entre muchos otros ya eran "la oveja negra" de su tiempo. No me doy por ofendido ante tus comentarios, es más, me siento honrado.

    Gracias Marce.

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  19. Anónimo descojonado20 de septiembre de 2011, 6:38

    Por cierto, repito por enésima vez que no se le reprocha a Suchan que no se tire todo el día en el ordenador. Se le reprocha que si no podía dedicarle el tiempo necesario (que esta vez ha sido ni un minuto en dos semanas), no debería haber tomado el mando de nada.

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  20. Anonimo 2:

    Y se compara con Galileo el tio...jajajajaja.
    Que si majo, que tienes toda la razon. Suchan, has sido mala mala y mala.

    Y ya, si puede ser, dejemos el tema, porque no vamos a llegar a ningun acuerdo.

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  21. Bieen solo le respondere a Anonimo uno, o santiago como quiera, a ver primero que noada yo no quiero que me "adoren" segundo no es que no haya movido el dedo en dos semanas como dices, si estuvieras bien enterado ya sabrias que ya volvi a asignar esos capitulos pero parece que me volvieron a quedar mal de nuevo y por ello el retraso y tercero no tengo ni idea de donde sacas que hay 20 traductores, NADIE se ofrece como traductor en su totalidad se ofrecen por un capitulo o dos, si bien hay traductores que constantemente traducen capitulos eso no quiere decir que tenga gente a mi dispocicion y por ultimo por si no te has dado cuenta practicamente ninguno de los traductores que tienen asignados capitulos me lo han enviado asi que es ilogico esperar que traduscan otro capitulo aparte del que ya tienen y no han acabado.
    Yo tambien creo que eres bastante troll, yo nunca he dicho que me comprometia a subir un capitulo por dia, eso es lo que intento hacer y trato de hacerlo y lo digo como respuesta a quien pregunta mas o menos cuando hay capitulo nuevo y te respondo lo de "¿Qué es exactamente lo que hay que agradecer a alguien que no cumple lo que apalabra?" Pues si no te ofreciera ni yo ni nadie mas nada pues nada tendrias que agradecer pero creo que si alguien te ofrece una traduccion para que disfrutes sea en el tiempo que sea eso lo tendrias que agradecer y si cada capitulo se pone en una entrada aparte no es para que se vea mas bonito, es para que quien tradujo ese capitulo pueda leer los comentarios a "su" capitulo, sean agradecimientos o criticas que deverian de ser sobre EL CONTENIDO, no sobre los tiempos.

    Bueno y como ya no quiero que se alarge mas esto, si quiere comentar hazlo pero yo ya no te contestare.
    Que esten bien todos

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