lunes, 31 de octubre de 2011

capitulo 86

Holaa bueno les subo primero este capitulo y al ratito el siguiente, este capitulo fue traducido por Laura Arrias!!! (de nuevo jeje)

Capitulo 86
El Camino Roto

Terminamos la búsqueda en el lado norte del Camino del Rey y comenzamos con la mitad Sur. A menudo lo único que diferenciaba un día del siguiente eran las historias que contábamos en las noches alrededor del fuego. Historias de Oren Velciter, Laniel Joven-de nuevo, e Illien. Historias de porqueros serviciales y la suerte de los hijos del calderero. Historias de demonios y hadas, de juegos de adivinanza y túmulos de Draugs.
 El Edena Ruh conoce todas las historias del mundo, y yo soy Edena hasta la médula de mis huesos. Mis padres contaban historias alrededor del fuego cada noche cuando era joven. Yo crecí viendo las historias en pantomima, las escuchaba en canciones y las interpretaba en el escenario.
Teniendo esto en cuenta, no era de extrañar que yo ya conociera las historias que Dedan, Hespe y Marten contaban  de noche. No cada detalle, pero si conocía la estructura de ellas. Conocía sus formas y cómo terminarían.
No me mal interpreten. Todavía las disfrutaba. Las historias no tienen que ser nuevas para traerte alegría. Algunas historias son como amigos íntimos. Algunas son confiables como el pan. Sin embargo, una historia que no haya escuchado antes es una cosa rara y preciosa. Y después de veinte días de búsqueda en el Eld, fui recompensado con una de ellas.

***

—Una vez, hace mucho tiempo y muy lejos de aquí, —dijo Hespe cuando nos sentamos alrededor del fuego después de la cena—, Había un niño llamado Jax y él se enamoró de la luna.
—Jax era un niño extraño. Un niño reflexivo. Un niño solitario. El vivía en una vieja casa al final de un camino roto. El….
Dedan interrumpió. — ¿Has dicho un camino roto?
La boca de Hespe se puso rígida. Ella no frunció el ceño exactamente, pero pareció que estaba juntando todas las piezas de un ceño en un solo lugar, sólo en caso de que las necesitase en un apuro. —Si lo dije. Un camino roto. Así es como mi madre me contó esta historia cientos de veces cuando era pequeña.
Por un momento parecía que Dedan iba a hacer otra pregunta. Pero en cambio mostró una rara corazonada y simplemente asintió con la cabeza.
Hespe, a regañadientes, guardó las piezas de su ceño. Luego miró abajo hacia sus manos, frunciendo el ceño. Su boca se movió silenciosamente por un momento, luego asintió para ella misma y continuó.

***

—Todos los que vieron a Jax podían decir que había algo diferente en él. No jugaba. No corría de un lado a otro para meterse en problemas. Y él nunca reía.
Algunos decían: “¿Qué se puede esperar de un niño que vive solo en una casa rota al final de un camino roto?” Algunos dijeron que el problema era que él nunca había tenido padres. Algunos decían que había una gota de sangre de hadas en él y que eso mantenía a su corazón lejos de  cualquier alegría conocida.
Era un niño sin suerte. Eso no se puede negar. Cuando tenía una camisa nueva, le hacia un agujero. Si le dabas un caramelo, lo dejaba caer en el camino.
Algunos dijeron que el niño había nacido bajo una mala estrella, que estaba maldito, que tenía un demonio cabalgando a su sombra. Otros simplemente se sentían mal por él, pero no lo suficiente como para preocuparse en ayudar.
Un día, un calderero llegó por el camino hacia la casa de Jax. Esto fue una sorpresa, porque el camino estaba roto, por eso nadie lo utilizaba.
— ¡Hola, muchacho! —El calderero gritó, apoyándose en su bastón— ¿Le puedes dar a este anciano un trago?
Jax sacó un poco de agua en una taza de barro agrietada. El calderero bebió y miró al chico. —No te ves feliz, hijo. ¿Qué te pasa?
—Nada es lo que pasa, —dijo Jax—. Me parece que una persona necesita algo para ser feliz y yo no tengo tal cosa.
Jax dijo esto en un tono tan lacónico y resignado que le rompió el corazón al calderero. —Apuesto a que tengo algo en mis paquetes que te hará feliz, —le dijo al muchacho—. ¿Qué dices a eso?
—Diría que si tú me haces feliz, ciertamente voy a estar agradecido, —dijo Jax—. Pero yo no tengo dinero para gastar, ni un penique para pedir prestado, mendigar o prestar.
—Bueno, eso es un problema, —dijo el calderero—. Hago negocios, como veras.
—Si usted puede encontrar algo en sus paquetes que me haga feliz, —dijo Jax—. Yo le daré mi casa. Está vieja y rota, pero es algo que vale la pena.
El calderero miró la inmensa y vieja casa, sólo a un paso de distancia de ser una mansión. —Sí que lo es, —dijo.
Entonces Jax miró al calderero, serio, con su carita. —Y si usted no puede hacerme feliz, ¿entonces qué? ¿Me dará los paquetes que lleva en su espalda, el bastón en su mano y el sombrero de su cabeza?
Ahora, al calderero le gustaba apostar y el reconocía una buena apuesta cuando escuchaba una. Además, sus paquetes estaban repletos con tesoros de todos los Cuatro Rincones y el confiaba en que podía impresionar a un chiquillo. Así que estuvo de acuerdo y los dos se estrecharon la mano.
En primer lugar el calderero sacó una bolsa de canicas de todos los colores de la luz del sol. Pero no hicieron feliz a Jax. El calderero sacó un emboque. Pero eso no hizo feliz a Jax.
—El emboque/balero no hace feliz a nadie, —murmuró Marten—. Es el peor juguete de la historia. Nadie en su sano juicio disfruta del emboque/balero.
El calderero abrió su primer paquete. Estaba lleno de cosas ordinarias que hubieran complacido a un chico ordinario: dados, títeres, una navaja plegable, una pelota de goma. Pero nada hizo feliz a Jax.
Así que el calderero continuo con su segundo paquete. Contenía las cosas más raras. Un soldado mecánico que marchaba si le herías. Un reluciente estuche de pinturas, con cuatro diferentes pinceles. Un libro de los secretos. Un pedazo de hierro que cayó del cielo....
Esto continuó durante todo el día y hasta bien entrada la noche, y finalmente, el calderero empezó a preocuparse. Él no estaba preocupado en perder su bastón. Pero sus paquetes eran cómo él se ganaba la vida y estaba bastante encariñado con su sombrero.
Con el tiempo, se dio cuenta de que iba a tener que abrir su tercer paquete. Era pequeño, y sólo habían tres objetos en el. Pero eran cosas que sólo mostraba a sus clientes más ricos. Cada uno valía mucho más que una casa rota. Pero aún así, pensó, es mejor perder uno que perderlo todo y además su sombrero.
Justo cuando el calderero iba a sacar su tercer paquete, Jax señaló. — ¿Qué es eso?
—Esas son gafas binoculares, —dijo el calderero—. Son un segundo par de ojos que ayudan a una persona a ver mejor. Él las recogió y las colocó sobre el rostro de Jax.
Jax miró a su alrededor. —Las cosas se ven iguales, —dijo. Luego alzó la vista—. ¿Qué son aquellas?
—Aquellas son estrellas, —dijo el calderero.
—Nunca las había visto antes. —Se volvió, todavía mirando hacia arriba. Entonces se detuvo inmóvil—. ¿Qué es eso?
—Esa es la luna, —dijo el calderero.
—Creo que eso me haría feliz, —dijo Jax.
—Bueno, allí tienes, —dijo el calderero, aliviado—. Tienes tus gafas....
—El sólo mirarla no me hace feliz, —dijo Jax—. No más que mirar mi cena me hace sentirme lleno. La quiero. La quiero tener para mí.
—Yo no puedo darte la luna, —dijo el calderero—. Ella no me pertenece. Ella se pertenece sólo a sí misma.
—Sólo la luna me hará feliz, —dijo Jax.
—Bueno, yo no puedo ayudarte con eso, —dijo el calderero con un profundo suspiro—. Mis paquetes y todo lo que hay en ellos son tuyos.
Jax asintió, sin sonreír.
—Y aquí está mi bastón. Bien resistente que es, además.
Jax lo tomó en sus manos.
— ¿No creo, —dijo el calderero de mala gana—, que te importe dejarme con mi sombrero? Estoy bastante encariñado con el....
—Es mío por derecho, —dijo Jax—. Si estabas encariñado con él, no debiste jugártelo.
El calderero frunció el ceño cuando le entregó su sombrero.
Tempi hizo un ruido bajo con su garganta y negó con la cabeza. Hespe sonrió y asintió. Al parecer, incluso los Adem saben que es de mala suerte ser grosero con un calderero.
Así que Jax se acomodó el sombrero en la cabeza, tomó el bastón en la mano y recogió los paquetes del calderero. Cuando encontró el tercer paquete, aún sin abrir, le preguntó: — ¿Qué hay aquí?
—Algo para que te ahogues, —escupió el calderero.
—No hay necesidad de ponerse irascible por un sombrero, —dijo el muchacho—. Tengo más necesidad de él que tú. Tengo un largo camino por recorrer si voy a encontrar a la luna y hacerla mía.
—Sin embargo, por dejarme con mi sombrero, pudiste haber tenido mi ayuda para atraparla", —dijo el calderero.
—Te dejaré con la casa rota, —dijo Jax—. Eso es algo. Aunque dependerá de usted arreglarla.
Jax se puso las gafas en el rostro y comenzó a caminar por el camino en dirección a la luna. Caminó toda la noche, sólo se detuvo cuando la luna desapareció de la vista detrás de las montañas.
Así que Jax caminó día tras día, en una búsqueda sin fin…


***

Dedan resopló. — ¿No les suena eso un poco familiar? —murmuró lo suficientemente alto para que todos oyeran. — ¿Me pregunto si estuvo pasando el tiempo meando en un árbol como nosotros?
Hespe lo fulminó con la mirada, tenía los músculos de su mandíbula apretando sus dientes.
Suspiré silenciosamente.
— ¿Terminaste? —Hespe preguntó directamente, mirando a Dedan durante un largo rato.
— ¿Qué pasa? —Dedan preguntó.
—Cierra la boca cuando estoy contando mi historia es lo que pasa, —dijo Hespe.
— ¡Todos los demás tuvieron algo que decir! —Dedan se puso de pie, indignado—. Incluso el mudo intervino —Señaló con una mano a Tempi—. ¿Cómo es que soy el único con el que te pones irrazonablemente histérica?
Hespe se puso furiosa enseguida, luego dijo. —Estas  tratando de empezar una pelea a la mitad de mi historia, es por eso.
—Decir la verdad no es empezar una pelea, —se quejó Dedan—. Alguien tiene que hablar con un poco de sentido aquí.
Hespe levantó las manos al aire, — ¡Todavía lo estás haciendo! ¿No puedes dejarlo por una noche? ¡Cada oportunidad que tienes la usas para quejarte y joderla!
—Al menos cuando no estoy de acuerdo digo lo que pienso, —dijo Dedan—. "Yo no tomo la salida de los cobardes.
Los ojos de Hespe destellaron y a pesar de mi buen juicio, decidí inmiscuirme.
—Bien, —interrumpí, mirando a Dedan—. Si tienes una mejor idea para encontrar a esta gente, vamos a escucharla. Vamos a discutir sobre esto como adultos.
Mi interposición no calmó a Dedan en lo más mínimo. Eso sólo lo dirigió en mi dirección. — ¿Qué sabrás tú sobre adultos? —dijo—. Estoy harto y cansado de rebajarme con un niño que probablemente ni siquiera tenga pelos en sus pelotas todavía.
—Estoy seguro de que si el Maer hubiera sabido que tan peludas eran tus pelotas, te hubiera puesto a cargo, —dije con lo que esperaba fuera una calma exasperante—. Desafortunadamente, el Maer pareció pasar por alto ese hecho y se decidió por mí en cambio.
Dedan respiró profundamente, pero Tempi le interrumpió antes de que pudiera empezar.

—Pelotas, —dijo el Adem con curiosidad—. ¿Qué es pelotas?

Dedan soltó todo el aire en un apuro y se volvió para mirar a Tempi, medio irritado, medio divertido. El gran mercenario se rió e hizo una señal muy clara entre sus piernas con una mano ahuecada.

—Tú sabes Pelotas, —dijo sin rastro de timidez.

A su espalda, Hespe volteó los ojos, sacudiendo la cabeza.

—Ah, —dijo Tempi, asintiendo para mostrar su comprensión—. ¿Por qué el Maer está buscando pelotas peludas?

Hubo una pausa, luego una tormenta de risas rodó por todo nuestro campamento, explotando con toda la fuerza de la tensión acumulada que había estado a punto de ebullir en una pelea. Hespe se echó a reír, agarrándose de su estómago, sin aliento. Marten secaba las lágrimas de sus ojos. Dedan se rió tanto que no podía mantenerse de pie y terminó en cuclillas con una mano en el suelo para mantenerse firme.

Al final, todos estaban sentados alrededor del fuego, respirando con dificultad y sonriendo como tontos idiotas. La tensión que había sido espesa como la niebla del invierno se había ido por primera vez en días. Fue entonces cuando Tempi brevemente me llamó la atención.  Su pulgar y el índice se rozaban con suavidad.

¿Alegría? No. Satisfacción. Caí en cuenta cuando  lo miré de nuevo a los ojos, estaba inexpresivo como siempre. Meticulosamente inexpresivo. Tan inexpresivo que fue casi presumido.

— ¿Podemos volver a tu historia, querida? —Le preguntó Dedan a Hespe—. Me gustaría saber cómo este muchacho mete a la luna en su cama.

Hespe le sonrió, fue la primera sonrisa sincera que había visto darle Dedan en muchos días. —Perdí el hilo de la historia, —dijo—. Hay un ritmo para esto, como en una canción. Puedo contarla desde el principio, pero si comienzo a mitad de camino me enredaré toda.

 — ¿Empezarás de nuevo mañana, si prometo mantener la boca cerrada?

 —Lo haré, —ella estuvo de acuerdo—, Si lo prometes.

14 comentarios:

  1. —Tú sabes Pelotas, —dijo sin rastro de timidez.

    A su espalda, Hespe volteó los ojos, sacudiendo la cabeza.

    —Ah, —dijo Tempi, asintiendo para mostrar su comprensión—. ¿Por qué el Maer está buscando pelotas peludas?



    ME MORI DE LA RISA XD genial este capi! muchas gracias laura x la traduccion y suchan x subirlo!

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  2. Muchas gracias, estuvo espectacular, realmente espero con muchas ganas ese libro....

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  3. Gracias por la traducción. A ver si encuentran de una vez a los bandidos, los últimos capítulos parecen la típica película americana de unos amigos que han ido de excursión al campo a asar malvaviscos, comer crema de cacahuete y contar historias.

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  4. jajja coincido con el comentario anterior! Espero haya mas accion! que nos traera Rothfuss? Por suerte no falta trnto!

    Opino que es Genial que vayas publicando los capitulos porqe es divertidisimo leer los comentarios de las demas personas!, gracias por el espacio!

    Esperando ansiosa de que publiquen el proximo capii!

    Flor♦

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  5. Ya tenemos el libro por Españaaa!!
    Graciasss por todo el trabajo que habéis tenido que hacer!
    Saludosss!! (L)

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  6. en 12 oras tengo el libro muchas gracias por el trabajoo

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  7. su chan! sube los capitulos en unas horas sale el libro y no estan los capis xD

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  8. No haber ahora librerias abiertas que mala pata XD
    subid los ultimos capitulos, que mola igual la historia como los comentarios.
    Muxas gracias por el trabajo que habeis hecho.

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  9. Suchan muchisimas gracias por tu trabajo, en unas horas ya tendré el libro en mis manos, pero ha sido un place poder leer los capítulos por aquí, leyendo las opiniones de tantos lectores, ha sido un verdadero placer.
    Gracias por tu trabajo y el de todos los traductores que te han ayudado.
    Un abrazo muy grande desde España

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  10. Estoy triste porque ya no subiran capitulos y comentarlos pero a la vez feliz de que salga el libro!! Gracias por todo!! Felicitaciones a Su y a los traductores!! Se la comieron..!! Nos seguimos viendo!!!

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  11. muchas felicitaciones a todos los que ya tienen disponible el libro! yo voy a tener que esperar hasta marzo, o al menos un mes, porque busque el libro para la compra online y no aparecio nada! :/

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  12. Muy buen capítulo ... Pero lo sigo diciendo tinker es gitano ! Y no calderero !!!

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